Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de junio de 2025
Don Gil cae en tierra bajo la impresión de tan horrible suceso; anonadado, y sintiendo un cambio completo en todo su sér, invoca la misericordia de Dios, y su súplica es oída; pelean entonces en los aires el Demonio y el arcángel San Miguel; éste triunfa, y obliga á su adversario á renunciar á su presa.
Los mayores peligros de un corazon puro no estan en el brutal aliciente de las pasiones groseras sino en aquellos sentimientos que encantan por su delicadeza y seducen con su ternura; el miedo no entra en las almas nobles sino con el dictado de prudencia; la codicia no se introduce en los pechos generosos sino con el titulo de economía previsora; el orgullo se cobija bajo la sombra del amor de la propia dignidad, y del respeto debido á la posicion que se ocupa: la vanidad se proporciona sus pequeños goces, engañando al vanidoso con la urgente necesidad de conocer el juicio de los demas, para aprovecharse de la crítica; la venganza se disfraza con el manto de la justicia; el furor se apellida santa indignacion; la pereza invoca en su auxilio la necesidad del descanso; y la roedora envidia al destrozar reputaciones, al empeñarse en ofuscar con su aliento impuro los resplandores de un mérito eminente, habla de amor á la verdad, de imparcialidad, de lo mucho que conviene precaverse contra una admiracion ignorante ó un entusiasmo infantil.
En la escena en que Alicia invoca á los demonios, salen éstos del infierno, con toda comodidad, por unas escaleras. El gracioso ó bufón dice mil sandeces... Por lo demás, la mejor comedia es aplaudida ó silbada, al capricho de cualquier harapiento personaje.
¿Y el Bardo arrebatado Que invoca realidades, No ha de poder osado Anticipar edades Del tiempo en la penumbra, Cuando su mente alumbra Inspiracion mas fiel? ¿La losa de la tumba Levantará mi lira? Oid: el viento zumba, El Hacedor me inspira, Siento su soplo ardiente Que en alas del ambiente El polvo hace tremer. ¡Campeones inmortales!
Arrodíllase entonces en la orilla, y pide al cielo que castigue al perjuro, al mismo tiempo que, impulsada por su amor y por su pena, invoca las bendiciones del cielo sobre la cabeza de su hijo. Negras nubes llenan entonces el espacio. Una borrasca está á punto de estallar, y el buque desaparece á lo lejos en la obscuridad, azotado por las olas.
Llovía más, y por el absorbedero empezaba a entrar agua, chorreando dentro con un ruido de freidera que apenas permitía ya oír el ahilado miiii. No obstante, la Delfina lo oía siempre bien claro. El portero volvió hacia arriba, como quien invoca al Cielo, su cara estúpida, y dijo sonriendo: «Señorita, no se puede. Están muy hondos... pero muy hondos».
Mi alma no la sufre. ¿Pretende quizás ese ateo malvado que me envilezca yo con el hurto? ¿Qué razón, qué derecho, qué sentimiento paternal invoca quien tan olvidado tuvo durante años el fruto de su amor... y de la cólera divina? V. dice bien: lo mejor sería que Clara se sepultase en un claustro, se consagrase á Dios.
Congraciándose después todo el favor del emperador Federico III, es bastante afortunado para prestar servicios importantes á Margarita; pero mostrándose ésta todavía reservada y sin pasión hacia él, invoca en su ayuda el auxilio de la razón y del honor, y vence de esta manera las sugestiones de su amor. De una causa dos efectos.
Palabra del Dia
Otros Mirando