Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 26 de octubre de 2025


Tenemos casa para alojar dos familias numerosas... ¿Y dónde está ese niño? Quiero verle añadió con su franqueza y aturdimiento habituales. Clara hizo traer a su hijo. El marquesito le alzó entre sus manos de gigante y le zarandeó un rato con no poca alegría del infante, que soltaba carcajadas y se agarraba a sus orejas con igual confianza que a las de Fidel.

No haga V. caso: nunca he soñado en bailar; pero menos ahora que me encuentro en tan agradable compañía. La chica estaba tan asustada todavía, que no supo dar las gracias. Adivinando su inquietud nuestro joven, prescindió de las bromas habituales en él y comenzó a tratarla con más respeto.

Los papás leían los periódicos; las niñas escuchaban distraídas las notas prolongadas, quejumbrosas, del violín. El violín se quejaba bien amargamente aquella noche; ya sabremos por qué. El vasto salón del café estaba poblado de sus habituales parroquianos.

A más de los huéspedes habituales del castillo, el señor de Maurescamp invitaba de tiempo en tiempo a las cacerías de la Venerie, a algunos oficiales de la guarnición de Compiègne, a quienes había conocido en París, en las cacerías de los bosques. Entre estos oficiales, que eran casi todos de la mejor sociedad, había uno que hacía excepción, y que todos se admiraban verlo admitido en la Venerie.

La conversación, que era en extremo animada cuando Silas llegó al Arco Iris, había sido como de costumbre lánguida e intermitente al empezar a formarse la reunión. Los clientes habituales habían comenzado por ponerse a fumar sus pipas en un silencio rayano en la gravedad.

Había siempre en las tiendas de antaño un olor inextinguible a tripe, porque nunca faltaban cuatro o seis grandes cilindros de tripe inglés formados a la entrada de la casa que, a su calidad de mercadería de fondo, reunían la ventaja accesoria de servir de poyos para sentarse, a los tertulianos habituales del establecimiento.

Debía ser uno de aquellos chicuelos escapados de sus casas que se agregaban á las partidas carlistas, formando una fuerza llamada «requeté», á la que Saldaña había amenazado más de una vez con el fusilamiento en masa, no queriendo tolerar sus habituales tropelías.

Palabra del Dia

aprietes

Otros Mirando