Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 21 de julio de 2025


De todos sus viajes y sus fortunas esplendorosas sólo había conservado una piedra, único equipaje que la acompañó al saltar en la playa de Valencia. Era un fragmento de una roca de Nicodemia que manó agua milagrosamente para el bautismo de Santa Bárbara. El notario mostraba á su hijo el sagrado pedrusco incrustado sobre una pileta de agua bendita.

El día era bueno para la pesca. Iban a coger mucho.» Y cuando Febrer parecía inquieto contemplando el mar amenazador, le explicaba el viejo que al abrigo de la parte opuesta del Vedrá encontrarían aguas tranquilas. Otras veces, en mañanas esplendorosas, aguardaba Febrer inútilmente la llamada del viejo. Pasaban las horas.

Emilio Zola sostiene que los poetas líricos de ahora son pajaritos que cantan en el árbol de Víctor Hugo. Es la pura verdad. Carduci, Núñez de Arce, Copee, Sully Prudhome, Campoamor y otros pocos no hacen más que glosar con dulzura el canto sublime del titán del siglo XIX, reflejar la luz gloriosa del astro que se está acostando entre vivas y esplendorosas llamaradas.

Luis Vélez de Guevara nació en Ecija, a fines de julio de 1579, de padres hidalgos, pero pobres : sabido es que la hidalguía y la pobreza casi siempre anduvieron juntas . Estudió la Gramática en su ciudad natal, y por julio de 1596 se graduó de bachiller en Artes en la Universidad de Osuna, eximiéndose por pobre de pagar los derechos académicos . Seguidamente entró a servir como paje a don Rodrigo de Castro, cardenal arzobispo de Sevilla, a quien acompañó en el viaje que hizo a Madrid y a Valencia para asistir en las bodas de Felipe III y doña Margarita de Austria, de las cuales y de sus esplendorosas fiestas trató el poeta adolescente en un poemita que hizo imprimir en Sevilla, a su regreso .

Un cuarto de hora después, bajan al templo de la danza esplendorosas, radiantes, cubiertas de seda, de gasas y de flores, todo a costa del Estado, y más brillantes que los ángeles, las hadas y las huríes de nuestros sueños. Los ministros y los príncipes les besan las manos y se manchan sus irreprochables trajes negros con el albayalde que ellas llevan en los brazos.

Palabra del Dia

godella

Otros Mirando