Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de mayo de 2025


El galeno dábase palmadas en la ancha frente, indignado contra mismo por su torpeza. ¿Cómo no lo había conocido antes? ¿De qué otra cosa podía provenir aquella tendencia inflamatoria y pletórica tan común entre los monjes? No le quedaba duda: del vino. Además de ser generoso y añejo, lo bebían á todo pasto, en anchos y profundos tazones, á gaznate abierto y codo levantado, sin regla ni medida.

Traíase á ellas la caza y pescado en vez de llevarla á las plazas públicas vendiéndola á excesivos precios, con lo cual se perjudicaba á las gentes. En ellas dábase de comer y beber á hombres y á mujeres y también cama para dormir á los que las pedían, de todo lo cual seguíanse graves perjuicios.

Parecióle después que en esto se gastaba mucho, y dio en sólo asomar el tocino a la olla. Dábase la olla por entendida del tocino y nosotros comíamos algunas sospechas de pernil. Pasábamoslo con estas cosas como se puede imaginar.

Como hallase el pan ratonado y el queso comido y no cayese el ratón que lo comía, dábase al diablo, preguntaba a los vecinos qué podría ser comer el queso y sacarlo de la ratonera, y no caer ni quedar dentro el ratón, y hallar caída la trampilla del gato. Acordaron los vecinos no ser el ratón el que este daño hacía, porque no fuera menos de haber caído alguna vez.

Como las amarras eran de cables de cáñamo, no necesitaban mordazas ni estopores. Dábase vuelta á los cables en las bitas ó bitones y se aseguraban con bozas de piña. Para disparar las anclas no tenían mecanismo especial: servíanse de un cabo sencillo pasado por el argáneo y cuyo chicote se arriaba.

Con el periódico de la tarde, enrollado como un canuto, dábase golpecitos don Pablo en las piernas, mientras comunicaba a su hermana las noticias que traía; primero, las del diario: que el Gobierno va a hacer esto o lo otro, que el oro está a tantos, que el empréstito no cuaja, que el ministro tal se va...

Dábase cuenta de la debilidad artística de Eichelberger, seguía con mirada dolorosa su descenso, reconocía la razón de aquella indiferencia creciente que rodeaba su nombre. Por desesperación o por ansia de consuelo, él se entregaba cada vez con mayor tenacidad a su vicio predilecto. Bebía sin recato, olvidado ya de los miramientos que había tenido con ella en los primeros meses de matrimonio.

Dábase el caso alguna vez que no se encontraba tal ó cual establecimiento con todos los requisitos que las estrechas Ordenanzas disponían y entonces ya estaba la fiesta en la casa, pues el dueño que se veía amenazado, protestaba, tratando de atenuar la falta, y la justicia, que era inflexible, se revestía de toda su autoridad, dando esto lugar á escenas por demás animadas.

Palabra del Dia

condesciende

Otros Mirando