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Actualizado: 21 de junio de 2025


No conozco el amor, pero que hay dos clases: uno el que tiene por objeto exclusivamente el goce sensual que nos equipara a los brutos, y otro el amor puro de dos almas que se completan, de dos corazones que se unen para gozar y padecer al mismo tiempo, para formar uno solo hasta la muerte.

Vd., capitán, en su calidad de hombre de mundo, estimará desde luego el valor que podría tener un amor de compasión. Nada hay mas frágil que esto, y nada que acarrée más desgracias a los corazones que aman. Yo deseaba saber si Carmen había amado a Pablo antes, y a pesar de sus defectos, aunque lo hubiera ocultado aun a misma por recato y por respeto a la opinión de sus parientes.

Aquel clérigo, arreglador de conciencias, que se creía médico de corazones dañados de amor, era quizás la persona más inepta para el oficio a que se dedicaba, a causa de su propia virtud, estéril y glacial, condición negativa que, si le apartaba del peligro, cerraba sus ojos a la realidad del alma humana.

Sólo a la vista de un sombrero caprichoso, o al recibir la noticia de la llegada de una compañía dramática, o al anunciarse que el Casino daría una reunión de confianza, ardía súbito en sus corazones el fuego sagrado de la inspiración, despertábanse sus poderosas facultades poéticas, y en arrebatado vuelo salían de casa y se lanzaban a la de la modista, a la guantería, a la perfumería, dejando en todos los parajes señales de su agitación y alguna parte del peculio profecticio.

17 consuele vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra. 1 Resta, hermanos, que oréis por nosotros, que la Palabra del Señor corra y sea hecha ilustre así como entre vosotros; 2 y que seamos librados de hombres importunos y malos; porque no es de todos la fe. 3 Mas fiel es el Señor, que os confirmará y guardará del mal.

Hace ya algunas horas que somos uno en dos: marido y mujer; don Juan, estoy delante de vuestra madre, que siéndolo vuestra lo es mía; nadie nos oye más que nuestros corazones. Ya os lo puedo decir, os lo debo decir: cuando os vi por primera vez... cuando vuestra torpeza os hizo perderos hace tres noches en palacio... ¡Cómo! ¿no os conocíais hasta hace tres noches...? exclamó la duquesa.

Su convalecencia restableció prontamente a todos los que estuvieron asociados a sus dolores. A su alrededor ya no hubo señales de preocupación, y la alegría hizo palpitar a todos los corazones al unísono. Quedaron olvidadas todas las fatigas y todas las angustias; la dicha reinó en el hogar; el primer día bueno borró de todos los rostros la huella de las vigilias y de las lágrimas.

¿Y , qué haces, señorita de Rosendez? interrogó Baltasar . ¿Andar de calle en calle canturreando? Bonito oficio, chica; me parece a que .... ¿Y qué quiere que haga? replicó ella. Encajes, como tu amiguita. ¡Ay!, no me aprendieron. ¿Pues qué te aprendieron, hija? ¿Coser? ¡Bah! Tampoco. Así, unas puntaditas.... ¿Pues qué sabes ? ¿Robar los corazones? leer muy bien y escribir regular.

El espíritu del pueblo no se dejó por esto intimidar, y si bien se había despertado en pocos corazones, su llama, sin embargo, se propagaba segura y voraz, gracias á los abusos y á los torpes manejos de ciertas clases para apagar sentimientos nobles y generosos.

Todos los días antes de llegar Amaury y después de partir éste, se acercaba a su prima, y entonces, como si Magdalena se hubiese dado cuenta de su injusticia le estrechaba la mano con efusión, o se colgaba de su cuello deshecha en llanto. ¿Habría entre sus dos corazones alguna misteriosa comunicación desconocida para todos?

Palabra del Dia

rigoleto

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