Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de junio de 2025


Penetraba la luz por los sucios y empolvados cristales, escasa y como avergonzada, mas era suficiente para iluminar aquel cuadro desolador de impío abandono... Era el oratorio una preciosa capilla de alta bóveda pintada al fresco, construida con grande gusto y riqueza a fines del siglo XVII. Hallóse en tiempos tapizada de arriba abajo con ricos paños de damasco encarnado, que caían entonces en sucios guiñapos a lo largo de las paredes, llenas de manchas y desconchones, como el rostro de un virolento; a trechos, veíanse encerrados en ricos marcos, ya podridos, amarillentos pergaminos en que constaban las innumerables gracias y privilegios concedidos por los sumos pontífices a los fundadores de la capilla.

No falta un estudiante que en la taberna de su pueblo haga discursos pomposos y altisonantes, remedando los que en Madrid había oído. Ni se echa de menos tampoco un pardillo montañés, albitrante y con otras industrias saludables, el cual pesca a río revuelto, y en días de revolución echa al fuego, a impulsos del patriótico entusiasmo, los papeles del Ayuntamiento donde constaban sus trapisondas.

Y se retiró alicaído y cabizbajo, mortificado por su amor propio, ajado y deprimido, y dejando en poder de su cliente un documento firmado en que constaban prolijamente las circunstancias y pormenores de su desventura. Reflexionó con calma, y vio que lo mejor era echar tierra al asunto y pagar sin decir una palabra. ¡Y pagó su chapetonada !

No era falta de educación, sino que los párrafos de Bermúdez eran tan complicados, constaban de tantos incisos y colones, que oírle uno entero sería obra de regla. Le saludó con la finura «que le era característica» y se dispuso a acompañarle al salón.

Preguntó a los traperos y le contestaron que no la conocían. Fue al Ayuntamiento y sólo constaban allí el nombre y el número de Amparo como trapera. Amparo empezó a hacérseme una dificultad: indudablemente a fin de mes, la señora Adela vendría en busca de su asignación; pero yo no quería esperar aquel plazo. Habían pasado quince días desde mi aventura. Era por la mañana y Mauricio entró alegre.

Vistas desde las oficinas ministeriales de Méjico, constaban de una docena de miles de hombres, con casi igual número de caballos.

No se trata ahora de eso. ¿Soy yo viudo? Lo ignoro, señor: en Zaragoza se sabe únicamente que un día llegó vuecencia en una silla de posta, procedente de Madrid, a la fonda de las Cuatro naciones, en donde tomó el mejor aposento: en el pasaporte de vuecencia constaban su nombre y su título: muy luego se comprendió que vuecencia estaba gravemente enfermo: al cabo su enfermedad se agravó: lo que antes era una monomanía tranquila, se convirtió en una locura furiosa, y fue preciso...

En varios sitios veíanse tabladitos sostenidos por estacas y, sobre ellos, cantidad regular de macetas. Todas las viviendas tenían sus puertas abiertas, por donde se escapaban toques de luz que rayaban el pavimento empedrado. Constaban de un solo piso bajo. Algunas debían de tener estancias abuhardilladas, a juzgar por las bufardas que se veían en el tejado.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando