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Actualizado: 25 de mayo de 2025
El señor Botella necesitaba oro con un fin económico o con un fin científico , y en vez de ponerse a hacer literatura, a hacer sillas o a hacer chaquetas, se ha puesto directamente a hacer oro. Tome ejemplo el lector español, y si no puede hacer oro, trate, por lo menos, de hacer billetes. Por mi parte, yo me alegraría mucho de que el descubrimiento del Sr. Botella fuese realmente eficaz.
A medida que adelanta el hombre en sagacidad de observacion y fuerza y delicadeza de instrumentos, descubre nuevos misterios, y ve que las barreras que él creía un non plus ultra, se retiran mas allá, en la inmensidad de un océano. ¿Las alcanzará algun dia? ¿Podrá dar la vuelta á ese mundo científico? ¿Está reservado al porvenir un conocimiento de la íntima naturaleza del sujeto de esa infinidad de fenómenos que nos asombran? difícil es creerlo.
Es allí donde se encuentran sucesivamente las interesantes ciudades de Arles, Nîmes y Montpellier, esta notabilísima como centro literario y científico, no desprovista de bellezas de arte, y las otras dos como verdaderos santuarios que guardan dentro de sus muros los prodigios del arte plástico y de arquitectura y pintura que la civilizacion atesoró en su marcha sucesiva en el mediodía de Francia.
Tales declaraciones fueron acogidas con vivas muestras de aprobación. Introdúcese después repentinamente en los dominios del Derecho y hace gala de conocimientos poco comunes, sobre todo en Sarrió, en la ciencia de Triboniano y Papiniano. Al llegar a cierto punto, con una modestia que le honra mucho, dice: Lo que acabo de exponer, señores, no tiene ningún valor científico.
Lecciones explicadas en el Ateneo científico y literario de Madrid, en el curso de 1882-73, con un prólogo del Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo; un tomo 8.º, 2,50 y 3 pesetas. Breves noticias sobre la vida literaria y política de Cánovas del Castillo: una peseta. Ensayo sobre la opinión pública; 3 pesetas. Traducción del mismo.
Esta idea es en sí tan luminosa, que sobre ella se funda un cuerpo de ciencia, el mas extenso y evidente que posee la humanidad: la geometría. Luego hay razones para creer que conocemos la verdadera esencia de la extension, considerada en sí misma; pues que conocemos sus propiedades necesarias, y con tal evidencia, que en ella estriba nuestro mayor edificio científico.
En cuanto a que el oro lo extrajese del mercurio o de alguna Embajada, ello sería para nosotros perfectamente secundario. Perdone el Sr. Botella esta observación de un profano, y no me desprecie demasiado por ella. Si él considera el oro desde un punto de vista puramente científico, tal vez no haya entre él y yo tanta diferencia como pueda parecer a primera vista.
¿Qué placer? me replicó Villalba mirándome con más lástima que ira. ¿No sabe usted que al bridge es un juego intelectual, casi científico, propio de estadistas y filósofos? O, mejor dicho, que no es un juego, ni un placer... ¿Y qué es, entonces? pregunté en el colmo del pasmo. Dándome la espalda, Villalba me repuso, con la solemnidad de un neófito: El bridge es una religión.
Para destruir el delito es absolutamente indispensable destruir los gérmenes. Pero ¿qué culpa tienen esos pobres niños? exclamó cada vez más estupefacto el hombre. ¿Qué culpa tienen esos pobres niños de que su padre sea un bandido? Una sonrisa de lástima contrajo los labios e hizo brillar un momento los ojos mortecinos de Sánchez. ¿Culpa? Esa palabra es un absurdo científico.
Algunos seres privilegiados han intentado descorrer el velo y nos han ofrecido, cada cual según su fantasía, sistemas risueños o lúgubres, austeros o frívolos, de lo que constituye el fondo de la vida. Pero estos sistemas no tienen ningún valor científico; no son más que hipótesis.
Palabra del Dia
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