Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de junio de 2025
Y el náufrago, obsesionado por este recuerdo, apenas concedía importancia á las escenas siguientes: la lucha de la muchedumbre por ganar los botes; los esfuerzos de los oficiales para imponer orden; la muerte de muchos que, locos de desesperación, se arrojaban al mar; la trágica espera aglomerados en embarcaciones que apenas sobrenadaban unos centímetros sobre las aguas, temiendo un segundo naufragio á poco que se alborotasen las olas.
Se la había tapizado con franela y se le habían añadido algunas argollas de bronce para sujetarse. Acomodáronse en ella el director, el duque y las damas valientes que no habían vacilado nunca, para bajar los primeros. Dióse orden al maquinista para que el descenso fuese lento. La jaula se estremeció subiendo y bajando algunos centímetros con rapidez. De pronto se sumergió de golpe en el agujero.
El doctor detúvose un momento a meditar una respuesta lógica. Pero, como no la encontrase, dijo al señorito L'Ambert: Si bien no permite mi conciencia desfigurar a otro hombre en beneficio vuestro, creo que podría, sin escrúpulo, cortar del brazo de cualquier perillán los pocos centímetros cuadrados de piel que os hacen falta.
Sin embargo, la más elevada de esas montañas forma apenas la 1/1440 parte del diámetro de la Tierra. En un globo que tuviera un metro de diámetro, el Gaurisankar formaría todo lo más una arista de dos tercios de un milímetro de alto. En uno de 30 centímetros de diámetro, esa altura llegaría difícilmente á 1/5 de milímetro.
El diámetro que pasa por los polos, es decir, el eje de rotación es más pequeño que el diámetro de la circunferencia ecuatorial: la diferencia es poco más ó menos la 300ª parte de este último, es decir, de un milímetro, si se toma como punto de comparación un globo de 30 centímetros de diámetro.
Las olas se elevaban lentas y mansas sobre los escasos centímetros de la borda, como si quisieran contemplar con sus ojos glaucos este amasijo de cuerpos blancos y obscuros. Remaban los náufragos con nerviosa desesperación; luego yacían inertes, reconociendo la ineficacia de su esfuerzo perdido en la inmensidad. El piloto, al adormecerse en la dura popa, acababa por sonreír con los ojos cerrados.
El tiempo se descompuso, en efecto; el cielo blanco se tornó plomo, y en las horas más calientes se transparentaban en el horizonte lívidas orlas de cúmulos. El termómetro a 39 y el viento norte soplando con furia, trajeron al fin doce milímetros de agua, que Fragoso aprovechó para su maíz, muy contento. Lo vió nacer, lo vió crecer magníficamente hasta cinco centímetros, pero nada más.
Entonces Ron, ya vuelto a la realidad, ha advertido su presencia. «He hecho una tontería» debe de haber pensado ; «tenía aquí a mi lado una mosca y yo estaba completamente distraído.» Inmediatamente ha retrocedido con cautela hasta separarse de la mosca cinco centímetros. Ha transcurrido un instante de espera. Ron se contrae, se repliega como un felino.
En este momento María Elvira me interrumpe para decirme que la última línea escrita no es verdad: Mi narración no sólo no está del todo mal, sino que está bien, muy bien. Y como argumento irrefutable, me echa los brazos al cuello y me mira, no sé si a mucho más de cinco centímetros. ¿Es verdad? murmura o arrulla, mejor dicho. ¿Se puede poner arrulla? le pregunto. ¡Sí, y esto, y esto!
La iglesia, edificada en esa calle algo más alta, parecía por contraste una construcción enorme, una catedral. Y se tenía la impresión de que sobrenadaba, como un milagro. El agua corría ya por el pavimento del atrio, muy mansa, y lamía las paredes laterales. Algunos centímetros más y la creciente invadiría el interior de la iglesia.
Palabra del Dia
Otros Mirando