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Actualizado: 13 de mayo de 2025
Se lo repartirían todo, entrarían a saco en las casas, nos comeríamos unos a otros, como los caribes. No, muchacho; piénsalo con calma. ¿Cómo pueden vivir las personas de bien sin curas y sin soldados, sobre todo sin soldados? Y el antiguo guardia civil acompañaba con un gesto de repulsión y de horror esta tenebrosa pregunta.
Si algún obstáculo se presenta, si los troncos se detienen sobre un banco de arena ó una roca oculta, los atletas caribes, de músculos poderosos y ancho tórax de bronce, ponen bien pronto á flote el convoy entero, y cuando llegan á la playa donde los esperan grandes navíos, un fuerte movimiento con el palo que les sirve de remo basta para abordar.
Por la parte del norte, donde está Mendoza, circunda á dichos Césares una laguna de muchas leguas, la que les sirve de fortificacion y muro contra las invasiones de los indios caribes, como son los Puelches, Muyuluques y otras naciones. Con algunas tienen contratadas embarcaciones, cambiando á los indios mieses, trigos, legumbres, y ropas, por vacas que pasan embarcadas por la laguna.
Para imaginarnos el aspecto de nuestra corriente de agua y los servicios para que la utilizaron nuestros antepasados en los tiempos de la barbarie primitiva, nos es preciso atravesar el Océano y desembarcar cerca de las costas del mar de las Antillas, en uno de esos bosques de Honduras, del Yucatán y el Mosquitos, donde los caribes y los zambos cortan la acacia, el cedro y el campeche.
Creciendo en multitud por esta tierra Estremadura bella, aquesta gente De tan bestial designio y suerte perra, Por atajar tal mal de incontinente Hicieron los Ricinos grande guerra Contra aquestos caribes fuertemente; En tiempo que no estaba edificada La torre de Mambrós tan afamada.
Era la señora de Ido del Sagrario, que tenía en la cara sombrajos y manchurrones de aquel mismo betún de los caribes, y las manos enteramente negras. Turbose un poco ante la visita: «Pasen las señoras... Me encuentran hecha una compasión».
I no solo sufrieron con estraordinario valor los desdichados judaizantes la espantosisima muerte que les era destinada por los caribes que se decian sacerdotes de Dios, sino que muchas veces se arrojaban á la hoguera para pasar mas presto á mejor vida.
Palabra del Dia
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