Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de julio de 2025


Todos estos casos de amor platónico son verosímiles. Lo es también el de algún colegial o novicio que viene de provincias a la capital, y cae bajo el poder de cualquiera lionne experimentada, curtida, deseosa de adoración, y que se aparece como divinidad a los ojos del inexperto y tímido mancebo.

La clerecía de la capital de la provincia, que en un principio le consideró como víctima, después, por su entereza, le tuvo como varón enérgico, y viendo en él un carácter dispuesto a la lucha con mayor libertad que los eclesiásticos, le adjudicó tácita e insensiblemente la jefatura. Llegó a ser lo que hoy se llama un obispo de levita, al par que jefe local de un partido.

Le confieso, gentleman, que me turba ver su rostro de tan cerca. Me infunde espanto. Además, su fealdad aumenta por horas; las cañas de hierro que surgen de su piel son cada vez más grandes y rígidas. Habrá que ver cómo los barberos de la capital pueden suprimir esta vegetación horrible.

Había sido el favorito de su padre, quien fue objeto de muy desfavorables comentarios al crearlo Duque y dar por nombre a su ducado el de la capital del Reino. Su madre había sido de buena familia pero no de alta nobleza. ¿Sigue en París el Duque? pregunté. ¡Oh, no! Se ha ido porque tiene que asistir a la coronación; ceremonia que de seguro no le hará mucha gracia. ¡Pero no desesperes, Beltrán!

A las doce pasaron por el paso ó puente de Marquez, que está en el arrojo de las Conchas, que desagua en el Paraná en el pueblo de su nombre. Este paso dista de la capital 7 leguas, tiene de anchura unas 20 varas, y no necesitaria de puente si no fuese fangoso.

Y esto no por otra causa sino porque su dueño era el agricultor más inteligente de Laviana y aun de todo su partido. ¡Quién lo diría de un hombre tan aficionado á los placeres urbanos y á las artes imitadoras! La necesidad hace ley. D. César, nacido para los salones y las academias y los teatros, nunca había poseído medios de vivir en la capital.

A sus oídos llegaba muy aumentado el ruido de los excesos revolucionarios y de las impiedades diariamente vertidas por las hojas periódicas de la capital, aunque ella jamás osaba leerlas.

Hacemos un contrato aleatorio; jugamos con nuestro porvenir; de suerte que, si alguna vez tenemos el gusto de mejorar de fortuna, este gusto se acibarará con el disgusto de deber realmente cuatro a quien no nos prestó más que uno; de proporcionarle una moderada ganancia de 400 por 100 en el capital. Entre tanto, los intereses que pagamos son por lo menos de un 12 por 100.

Pero dejando a un lado esta cuestión, conste que, si bien aquí usamos de la palabra dinero en la acepción de capital o de riqueza, hacemos perfectamente la distinción de estas cosas, como la han hecho todos los hombres de todos los siglos, sin necesidad de que los economistas los adoctrinen.

El momento actual es una etapa del largo y variado desenvolvimiento de la razón humana: tiene importancia capital para nosotros, aunque comparado con la historia total de ese desenvolvimiento signifique poco. No debe, pues, el artista despreciar la época en que ha nacido, sino amarla para poder extraer de ella el jugo divino de la poesía, que existe en todos los tiempos y todos los lugares.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando