Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 25 de julio de 2025


Cuatro días habíamos estado sin poder encender los fogones; cuatro días que atendidas las provisiones, puede decirse, estuvimos sin comer. Veintitrés grados en treinta y tres días. Inseguridad en la monzón del SE. Calmas desesperantes. Los viajes largos. Los ranchos. ¡Tierra! Costas de Guaján. Islote de las Cabras. Puerto de San Luís de Apra. Vegetación de Marianas.

Más de un siglo hace que el coloso duerme sobre las inmóviles aguas, envuelto entre el humo y las brumas. ¡Dios haga que sus impenetrables misterios no rompan algún día sus grandiosas cárceles de piedra! Punta Matoco. Calmas. Isla Verde. El sudeste. Marinduque y Mindoro. Razas salvajes. Sus costumbres. Los negritos aetas. Su manera de ser. Inalug y Acubac. De puerto Galera á punta Bunga.

El viaje de ida fue regular; pero a la vuelta, luego de haber pasado el estrecho de Magallanes, sobrevinieron las calmas, y la fragata quedó inmóvil en el Atlántico cerca de un mes, agotándose rápidamente el pañol de los víveres.

Eran miles de sombrillas que desfilaban lentamente: verdes, azules, rosadas, con una coloración vagorosa semejante á la de las luces de aceite; una procesión japonesa vista desde lo alto, que se perdía por un lado en el misterio de las aguas negras y llegaba incesantemente por el lado opuesto. El joven piloto amaba la navegación á vela, las luchas con el viento, la soledad de las calmas.

A pesar del ambiente diabólico que rodeaba su nombre, las tripulaciones lo recordaban con envidia en las grandes calmas, cuando el galeón permanecía inmóvil semanas enteras en un mar como un espejo, sin el más leve soplo de brisa.

Bajamos por la costa de África a buscar los vientos alisios, atravesamos las calmas ecuatoriales y paramos en Cabo Verde. Continuamos hacia el sur, hasta hallar los vientos del oeste y poder cortar las calmas del trópico de Capricornio; doblamos el Cabo y fuimos dando una gran vuelta por el mar de las Indias, en dirección del estrecho de la Sonda.

A fuerza de leer y meditar algo, habia llegado á formarme, allá en el corazon de los Andes, la idea del océano; lo habia soñado con toda su soledad asombrosa, su misterio, sus efectos de luz maravillosos, sus ondas agitadas y terribles, sus calmas amenazadoras, sus trombas y tempestades, sus vagos suspiros, sus mugidos ruidosos, sus mil fenómenos de óptica, de vegetacion oculta ó viajera, de poblacion increiblemente variada entre los pliegues de sus ondas.... Y sinembargo de mis fantasías, que eran de una exactitud completa, me sentí sorprendido, sobrecogido de admiracion, lleno de miedo y de valor alternativamente, y como en un mundo distinto del de la Creacion, cuando, ya lejos de las playas rocallosas y desiertas de Cartagena, reconocí que la tierra quedaba en lo pasado, como una sombra, y que desde aquel momento mi vida y la de mis amores pertenecian á la ciencia y las borrascas disputándose el imperio de la inmensidad!

Palabra del Dia

hilaban

Otros Mirando