Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de mayo de 2025
¡Habla, villano! ¿Qué significa ese rumor? preguntó en buen castellano el señor de Fenton al tembloroso guía. ¡Ya sé dónde estamos! exclamó éste. El ejército acampa en aquel valle. Salgamos de esta cañada y desde esa altura que á la izquierda queda veréis las tiendas del rey.
Dejaréis veinte hombres aquí, en el sendero que parte de la cañada, y regresaréis apresuradamente á este mismo lugar después de vuestro rápido ataque. ¿Qué proyectáis, Morel? Después lo veréis. Roger, me seguirás llevando por la brida un caballo de repuesto.
Se prosiguió la marcha, y al fin llegamos á la Guardia del Monte, pasando un poco antes una cañada profunda que recoge aguas da la parte del N del camino, que dirigiéndose al S, desagua en la Laguna del Monte. No tuvimos director ó baqueana en los malos pasos, y por esta causa casi nadamos con los caballos. Comenzamos la marcha por terrenos algo mas suaves y secos, menos las cañadas.
El color subido de ladrillo era uniforme, con ligeros cambiantes, y general en todo; en la tierra y las casas, en el hierro y en los vestidos. Las mujeres ocupadas en lavar parecían una pléyade de equívocas ninfas de barro ferruginoso crudo. Por la cañada abajo, en dirección al río, corría un arroyo de agua encarnada.
Algunas aldeanas los acompañaron un buen trozo del camino, despidiéndolos á la salida del valle. Al entrar en la cañada, una brisa perezosa y blanda vino á acariciarles el rostro y las manos. Caminaban charlando y comiendo avellanas. Cuando la condesa tenía reunidos en la mano algunos cascos, los arrojaba riendo á la cara de su acompañante.
A los 21 minutos de nuestra marcha, que es el último rumbo de que se vá hablando, esto es, el último de la tabla, se cortó el rio Salado sin conocerle, porque no es mas que una simple cañada.
Al poco rato, el revisor se alejó y volvió a reinar silencio en el coche. El valle se había cerrado aún más. Las faldas de los montes avanzaban casi hasta el borde de la vía, dejando poquísimo espacio de campo. A trechos, sólo quedaba la anchura suficiente para el paso del riachuelo que corría por la cañada.
Al saludo jovial de la cañada y del sipao que trina en la enramada, su romántica y triste serenata, van pasando sus linfas transparentes bajo el arco de hierro de los puentes como una eterna procesión de plata. En la aurora de mi vida, aún sin dolores aciagos, te he visto, de azul vestida, flotando en mis sueños vagos.
Salida de la Cabeza del Tigre, y á las 8 y media leguas se llegó al Fortin de Melincué. A las 4 y media leguas de la salida se pasó una cañada muy ancha, que vierte en una laguna poco mas abajo.
Sonaron cerca de ellos los gritos de las máscaras. El alegre grupo volvía de la cañada perseguido por los mozos. La audacia que había hecho hablar a la joven con la careta puesta la abandonó de pronto. Desvaneciose su atrevimiento, producto de unos sorbos de vino y del amparo del antifaz.
Palabra del Dia
Otros Mirando