Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de octubre de 2025


No está quedo El bachiller García, que ha venido Con grita, barahunda, y mal denuedo; Mas no hallando en casa al Benavente, A la Merced se vuelve aquesta gente.

Si la reja, esculturas y sillerías del coro y el altar mayor son riquísimas y de gran mérito, la enorme custodia y su tabernáculo son de un trabajo admirable y de muchísimo valor. El doble templete y la custodia que reposa en él fueron trabajados por seis artistas superiores bajo la dirección del famoso Juan de Benavente.

El número 1.090 del Museo del Prado, es retrato en media figura y tamaño natural, de un Conde de Benavente: lo que no se sabe de cierto es si se trata como imaginó don P. de Madrazo, de don Antonio Alonso Pimentel, noveno de aquel título muerto en 1633, o de alguno de sus sucesores como se inclina a creer Beruete, observando discretamente que el estilo del cuadro es el característico de las obras del maestro en época posterior al fallecimiento de aquel caudillo.

De los nombres siguientes de los comediantes de más fama y popularidad de la época de Felipe IV y de Carlos II, tenemos pocas noticias ó ninguna. Pellicer, de cuya obra, juntamente con los entremeses de Benavente, sacamos las apuntadas á continuación, sólo ofrece datos de poco interés.

Retrato del Conde de Benavente, núm. 1.090. Cristo crucificado, núm. 1.055. Retrato del Infante D. Fernando en traje de caza, núm. 1.075. La rendición de Breda, núm. 1.060. Retrato de «El Primo», núm. 1.095. Vista de Zaragoza, núm. 788. Retrato de Martínez Montañés, núm. 1.091. Busto de Felipe IV, núm. 1.080. La Coronación de la Virgen, núm. 1.056. Marte, núm. 1.002. Mercurio y Argos, núm. 1.063.

Tomaron con gran veneración el santo cuerpo y le llevaron á la Concepción, pidiendo al P. Benavente, en paga de este trabajo, algunos pedazos de sus vestidos por reliquia, lo que no se les pudo negar, viendo su piedad y afecto; y parece que Dios ha querido honrar los merecimientos y celo de su siervo, con muchos milagros que omito por ahora.

De un cargo militar subalterno que desempeñaba en Valencia, fué elevado por el conde de Benavente al mando de una fortaleza napolitana, favoreciéndole no menos los duques de Osuna y de Olivares. Pero el fin de su vida no fué tan afortunado como el principio.

El retrato del Conde de Benavente, cuya armadura, banda y rostro recuerdan El entierro del Conde Orgaz, obra principal del Greco, es el cuadro donde esta influencia se ve más clara; pero en lo sucesivo esos grises persisten en los lienzos de Velázquez como un elemento nuevo ya para dar energía y realce a los negros, ya para quitarles dureza y pesadez, y siempre para imprimir a la tonalidad general un sello de placidez y elegancia incomparable.

Estando en Benavente sentado para comer, le llegó el correo con la noticia de la sorpresa de Córdoba por unos cuantos soldados, y el rey, sin darse tiempo de tomar un bocado, montó á caballo, dejando órdenes á los lugares de Leon y Castilla para que le siguiese la gente de armas que la diligencia de los cabos y corregidores pudiese juntar.

Sus principales edificios son la catedral, obra magnífica del grande Herrera, que no está terminada; la universidad, de formas elegantes y de gusto arquitectónico; la célebre iglesia de San Pablo, con sus lindísimos pórticos, su esbelta arquitectura y lujo de ornamentacion; los arcos de Benavente, el palacio Real y algunos otros.

Palabra del Dia

pacificadoras

Otros Mirando