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Dolorosísimo fué el retorno, viniendo en 1500 bajo partida de registro, con grillos, lo mismo que sus hermanos Bartolomé y Diego en la carabela Gorda, cuyo maestre y propietario era Andrés Martín de la Gorda, y el capitán Alonso Vallejo. Debió de escoltarle la carabela Antigua que había llevado á Española el comendador Bobadilla.

Diego Martín Pinzón, el viejo de Palos. Francisco Pinzón, de Palos. Francisco Niño, de Moguer. Bartolomé Pérez. Gutiérrez Pérez, de Palos. Juan Ortiz, de Palos. Alonso Gutiérrez Querido, de Palos. Pedro de Lepe. Alonso Morales. Andrés de Huelva, grumete.

En medio del ángulo de la derecha, entre pinturas de Rafael de Urbino, de Rubens, de Ticiano y Poussin, vimos un cuadro que parecia presidir aquella especie de banquete histórico; un banquete á que asisten silenciosamente tantos genios. El brigadier Rotalde se destoca, y con una valentía de sentimiento, que no fué dueño de reprimir, exclamó: ¡viva Bartolomé Estéban de Murillo!

Bartolomé de las Casas no fué el único defensor de los indios; fué acaso el más vehemente y atrabiliario; pero antes y después de él hubo multitud de santos misioneros y de almas piadosas que defendieron y protegieron á los indios, y desde luego los consideraron iguales á ellos, y á veces superiores, cuando por su nacimiento, por la autoridad de que gozaban ó por el respeto que les tenían los de su casta, eran superiores en su tierra.

Isabel Martí, mujer de Bartolomé Terongí, alias el Conde, mercante de oficio; natural y vecina de esta Ciudad, de edad de cuarenta y dos años, reconciliada y presa segunda vez por judaizante relapsa; leyósele su sentencia con méritos y fue relajada a la justicia y brazo seglar, con confiscación de bienes por hereje, apóstata, judaizante, relapsa, convicta y confesa.

Dejemos ya á este admirable varón y pasemos á dar alguna noticia de su apostólico compañero. Nació, pues, el P. Bartolomé Blende á 24 de Agosto de 1675 en la ciudad de Bruxas, una de las principales del condado de Flandes, de padres nobles.

Martin Alonso Pinzón, capitán, de Palos. Francisco Martin Pinzón, maestre, de Palos. Cristóbal García Xalmiento, piloto. Juan de Umbria, piloto. Juan de Jerez, marino, de Palos. Bartolomé García, contramaestre, de Palos. Juan Pérez Vizcaino, calafate, de Palos. García Hernández, despensero, de Palos. Juan Rodríquez Bermejo, de Molinos . Juan de Sevilla. García Alonso, de Palos.

«En la Historia de la vida, virtudes y milagros de la Benerable Madre Ana de San Bartolomé, conpañera yseparable de la Santa Madre Theresa de Jhs., Propagadora insigne de la reformacion de las Carmelitas descalzas y Priora del Monasterio de Amberes, dedicada á la Serenísima Señora Doña Isavel Clara Eugenia, infanta de España, por el Maestro Fray Chrisóstomo Henrriquez, Coronista general de la Orden de San Bernardo en Bruselas; en el capítulo nobeno, en la plana folio 619, calificando la vida, muerte y salvacion del Secretario Antonio Perez, siendo entonces esta Madre Abadesa de Fonte Ebrando, que es un lugar poco más de dos leguas de Tours, en Francia, dice lo siguiente, que para aprobacion de sus escritos un curioso lo copió de dicho libro y puso aquí para calificarlos y que se haga dellos la estimacion que se deve: »Un dia de la Octava del Santíssimo Sacramento la mostró el Señor mucha gracia y la conbidava á que pidiesse algo; y estando recogida en esta vission, vió delante de tres personas: la una era una hermana suya, la otra un Primo y la otra Antonio Perez, Secretario del Cathólico y prudente Rey Don Phelipe segundo.

Francisco Jiménez de Cisneros. Miguel González de Cunedo. Jerónimo de Cifuentes. Ambrosio de Cuenca y Argüello. Juan Hurtado Cisneros. Antonio Cardona. Diego Calleja. Jerónimo Cruz. Gabriel del Corral. Bartolomé Cortés. Pedro Correa. Francisco Cañizares. Antonio de Castro. Juan Delgado. Diego la Dueña. Pedro Destenoz y Lodosa. Diego Enríquez. Rodrigo Enríquez. Andrés Gil Enríquez.

La humanidad ha visto esta sacra persona con distintos ojos, ora con los de Alberto Dürer, ora con los de Rafael Sanzio, o bien con los de Van Eick o Bartolomé Murillo.