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Actualizado: 12 de mayo de 2025
Me expuso en pocos instantes una infinidad de proyectos a cual más absurdo: según ella, debía presentarme al día siguiente en casa, y pedirle al papá su mano: el papá diría que era muy niña, pero yo debía replicarle inmediatamente que no importaba nada: el papá insistiría en que era demasiado pronto, pero yo le presentaría el ejemplo de una tía, hermana de su mamá, que estaba jugando a las muñecas cuando la avisaron para ir a casarse. ¿Qué había de oponer a este poderoso argumento?
La significación de estos personajes, que forman una especie de parodia del argumento principal, tiene mayor importancia de la que podría creerse á primera vista.
En El mágico prodigioso, de Calderón, se observan, al parecer, ciertas reminiscencias del argumento de esta obra. La comedia La rueda de la fortuna, de Mescua, fué en su tiempo muy famosa, según consta de la presente mención, que de ella se hace en los escritores contemporáneos.
Le había dado a leer algunas novelas francesas que traía, y sobre su argumento y el mérito de los autores departían largamente en la mesa escuchados por los otros que apenas sabían de qué se trataba. Y al cabo de algunos días le propuso hacer su retrato.
Ocioso, es, sin duda, decir, por lo que hace al argumento del drama, que El secreto á voces, traducido ó imitado, existe en casi todos los repertorios de Europa, y que es, por tanto, una de las obras más conocidas de Calderón. Comedias de azar y algunas otras de Calderón.
Vamos, pues, si podemos, á exponer de una manera compendiosa su argumento. El Infante portugués Don Fernando, gran maestre de la orden de Avis, desembarca, con su hermano Enrique y un ejército, en las costas de Africa.
Con que si esa es la manera de mostrar amor fraternal, tú dirás. Ante argumento tan irresistible como el hachazo del obispo se quedó Roger sin réplica y no poco escandalizado. ¿Es decir que también habéis hecho armas contra los escoceses? preguntó por fin. ¡Pues bueno fuera!
En este momento María Elvira me interrumpe para decirme que la última línea escrita no es verdad: Mi narración no sólo no está del todo mal, sino que está bien, muy bien. Y como argumento irrefutable, me echa los brazos al cuello y me mira, no sé si a mucho más de cinco centímetros. ¿Es verdad? murmura o arrulla, mejor dicho. ¿Se puede poner arrulla? le pregunto. ¡Sí, y esto, y esto!
En cuanto a lo que sostienen dos o tres amigos míos discretos, de que el señor deán, a ser el autor, hubiera referido los sucesos de otro modo, diciendo mi sobrino al hablar de D. Luis, y poniendo sus consideraciones morales de vez en cuando, no creo que es argumento de gran valer.
Los fenómenos mas notables, y que mas relacion tienen con la cuestion que nos ocupa, fueron los siguientes. 1.º Cuando comenzó á ver, creyó que los objetos tocaban la superficie exterior de su ojo. Esto parece indicar que la vista por sí sola, no puede hacernos juzgar de las distancias; pero bien examinada la cosa se echa de ver que el argumento no es concluyente.
Palabra del Dia
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