Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de mayo de 2025
Las niñas de los lacitos le apodaban «el de las cadenas»; la mamá sentíase inquieta con la presencia de este bárbaro de negra fama, que olía á vino y hablaba accionando con la navaja; y convencida al fin de que nada había de sacar de él, indicábale que se fuese; pero él experimentaba un hondo gozo siendo molesto y procuraba prolongar la entrevista.
Las del Colegio de Doncellas Nobles la apodaban por envidia «la sacristana de la catedral»; pero ella, la pobrecita, sólo vivía para su cadete, y parecía querer bebérselo con sus ojazos azules. El bestia de tu hermano lo dejaba entrar en su casa, muy orgulloso del honor que hacía a la familia.
Conocía á este millonario rústico por sus compras de reses. Era un español que había llegado muy joven al país, plegándose con gusto á sus costumbres y viviendo como un gaucho, después de adquirir enormes propiedades. Generalmente, lo apodaban el gallego Madariaga, á causa de su nacionalidad, aunque había nacido en Castilla.
La Ròcha, que así apodaban á la vaca por sus rubios pelos, mugía dulcemente, estremeciéndose bajo una gualdrapa de arpillera, herida por el fresco de la mañana, volviendo sus ojos húmedos hacia la barraca, que se quedaba atrás, con su establo negro, de ambiente pesado, en cuya paja olorosa pensaba con la voluptuosidad del sueño no satisfecho. Pepeta la arreaba con su vara.
Media hora después llegó frente á la casa un capataz de los que Pirovani tenía á su servicio y al que confiaba siempre las misiones difíciles. Era un chileno avispado y muy ágil para salir de apuros, al que sus compatriotas apodaban el Fraile por haber sido sus maestros los dominicos de Valparaíso.
En realidad, Antonio González, que era andaluz de nacimiento, aunque lo apodaban todos el Gallego, no podía mirar sin cierta aprensión hereditaria el enorme reptil que, semejante á una maroma de barco, pendía formando curvas de los cuchillos de la techumbre.
Palabra del Dia
Otros Mirando