United States or Honduras ? Vote for the TOP Country of the Week !


Todavía prosiguió el viejo seductor por largo rato amontonando argumentos con la fluidez insinuante que caracterizaba su discurso. Su elocuencia, secundada poderosamente por el manzanilla, logró al cabo marear, si no convencer, al sillero. Una hora después salían ambos del café con sendas brevas en la boca, colorados, risueños; despidiéndose muy afectuosamente en la primer esquina.

Pero no será perdido en vano el tiempo transcurrido en los diversos campos de su actividad; irá acumulando datos, notas diversas, amontonando observaciones, haciendo aprendizaje en la naturaleza de los hombres y las cosas, en las costumbres y hábitos; palpando errores, deformaciones, vicios ancestrales, acaso siempre con esa sonrisa de hombre bueno, "matizada de ironía", que le servirán para su ulterior labor crítica y consultiva de escritor costumbrista y de filósofo moralista.

Le vigilaba, y todos los días poco antes del amanecer, escuchaba cómo abría suavemente la puerta de la calle y subía las escaleras quedamente, tal vez descalzo. La austera señora callaba amontonando en silencio su indignación, lamentándose ante don Andrés de aquel retoñamiento de locura que trastornaba sus planes.

Siguióle luego otra generación, que observó en sus trabajos el plan primitivo, y elevó sobre la antigua construcción otra nueva, alzándose osada hasta llegar al cielo, amontonando cúpulas sobre cúpulas.

El ingeniero, absorto por el carácter inverosímil de su aventura, no supo qué decir. ¡Eran tan numerosos los pensamientos que bullían en su cabeza y las preguntas que iba amontonando su curiosidad!... El personaje subido en la lechuza rodante interpretó este silencio como una muestra de timidez. Puede usted hablar sin miedo, Gentleman-Montaña.

El pez muda poco y con lentitud, lo mismo que el hombre y los grandes animales, economizando, amontonando la vida, creándose el tesoro de un poderoso sistema nervioso dotado de innumerables alambres eléctricos que resuenan en la espina y el cerebro.

Cerca de la Presa, en una planicie vecina al río, limpia de vegetación, otros peones abrían hoyos en el suelo. Al llegar las carretas con los árboles, levantaban éstos y los metían en los hoyos, amontonando tierra en torno para que se mantuviesen erguidos. Son árboles de algunos metros nada más, pero resultarán extraordinarios en este desierto donde no hay otros que puedan servir de comparación.

Estaba muy pálida, tenía los ojos enrojecidos y húmedos, como si acabase de llorar. Tal vez le había visto dentro de la iglesia, y esperaba este encuentro á la salida. La naturalidad con que acogió su presencia fué para él una primera decepción. Necesitaba hablar cuanto antes, dar salida á las quejas y recriminaciones que había ido amontonando en los días anteriores.

Cada uno de nosotros tenía un pico ó una barreta, y solo nos ocupábamos de ir amontonando los objetos que cada cual hallaba en los desmoronamientos que producía. Había, sin embargo, que descansar, pues nuestros brazos se negaban á los deseos de nuestro espíritu.

También era ya tarde, y viose precisado a detenerse frente al Veloz-Club, entre el remolino que allí se iba amontonando, de lujosos trenes que volvían de la Castellana y humildes simones que pretendían inútilmente cruzar de un lado a otro. Butrón quiso volver atrás y salir por cualquiera bocacalle a la Carrera de San Jerónimo.