Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 27 de junio de 2025


Mi primera mujer, la conociste; no era posible ser feliz con ella: tenía un carácter agrio y duro, y mi segunda mujer, te lo aseguro, Julio, me obliga a hacer una vida tan artificial, que no cuando he sufrido más, si en la guerra viva de la primera época o en la fiesta perpetua en que vive todo lo que rodea a mi suegro, el doctor Montifiori.

Maximina encendió la lámpara del comedor y puso el mantel sobre la mesa: Miguel la seguía con la vista: ella levantaba de vez en cuando la suya y le enviaba una sonrisa para mostrarle la confianza que tenía en sus palabras y lo feliz que la había hecho con ellas. Una vez puesta la mesa, volvieron a la cocina. Hay que limpiar esa vajilla dijo la criada con el tono agrio que siempre usaba.

Aguardaron todavía algunos minutos y cuando observaron que la lluvia cedía un poco se lanzaron fuera del techado y á paso rápido llegaron al Campo de la Bolera, atravesaron el riachuelo sobre el puente de madera y comenzaron á subir por el retorcido y pintoresco sendero que conducía á Canzana. ¡No se fatigaba, no, aquella gallarda pareja por lo agrio de la cuesta!

Durante doce años tuvo que dedicar sus cuidados a su anciano marido y a sus dos hijas, llevando una vida monótona e incómoda, pues el coronel, a causa de la gota, que le sobrevino con la edad, había adquirido un carácter agrio y mostraba gustos difíciles. La muerte de su marido la libró de tales incomodidades.

Y, cambiando de rumbo, se ponía a contar aventuras chistosas y pasos divertidos que desarrugaban el rostro de la niña y concluían por hacerla reír a carcajadas. Poco a poco la cesta se iba vaciando y pasando su contenido al armario, que despedía siempre su olor punzante y un poco agrio de lencería lavada.

En el ambiente agrio y polvoriento de la casucha, veían desarrollarse con los ojos de la imaginación ciudades fantásticas, y preguntaban candidamente sobre los alimentos y costumbres de las gentes de por allá, como si los creyesen seres de distinta especie.

Poco á poco, y á medida que se iba estrechando la cañada, fué haciéndose más agrio y más violento. Cesaron las praderas y empezaron los bosques de hayas, que se extendían por entrambas laderas hasta perderse de vista. Los perros se internaron por ellos rastreando algún corzo ó robezo; pero Laura no quería cazar, y Pedro los hizo venir inmediatamente con un silbido.

Palabra del Dia

cabalgaría

Otros Mirando