Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de mayo de 2025


Siento que no goce usted de esta hermosa noche. El tiempo me ha resultado agradable de este modo. ¿Ha dormido usted también? No... He estado repasando mis recuerdos. Me acordaba de nuestro viaje; cuando la traje a usted de Quimper a París.

Se acordaba de haber visto operar á Jaramillo padre cierto día que un vecino había regresado á su rancho con el brazo hinchado y negro por la mordedura de una serpiente. El brujo le había puesto unos remedios enérgicos sobre la herida, murmurando luego una invocación misteriosa sobre el reptil, muerto de un garrotazo.

«Acuérdate» arrullaban las tórtolas produciendo su nota melancólica y tierna en el silencio de los grandes bosques. Pero Raúl no se acordaba... No tengo ningún remordimiento, querido tío respondió con desenvoltura. Neris hizo un gesto vago. Eres muy feliz dijo sencillamente. Prodújose un momento de silencio.

Allá en Madrid no se ama, de seguro, como aquí: estamos solicitados por tantos deseos a la vez, que el corazón no puede recogerse y vivir en la contemplación feliz del ser que se adora. En aquel momento no se acordaba para nada de Lucía.

Por todo se reñía allí entonces menos por la obra empecatada de Maravillas, de quien nadie se acordaba ya y de cuyo paradero no se sabía.

Se acordaba de que, al llegar a la Ronda, le había detenido el paso un perezoso carromato de cinco mulas, de esos que no acaban de pasar nunca. El muchacho, impaciente y atrevido, atravesó por debajo de la panza de una de las mulas, que por más señas era torda.

A ratos se acordaba de don Juan, imaginando que la jugarreta tenía muchísima gracia; y cada vez que al recostarse se hundían, bajo su peso, los muelles de las butacas, creía sentarse sobre la propia dignidad de su enemigo.

Respecto a su apartamiento de los asuntos domésticos, poco pudo lograr Rosalía, pues aunque él se preciaba de dejar al cuidado de ella todas las cosas, no podía contener su anhelo de autoridad, de aquella autoridad tan bien ejercida durante largos años; y a cada momento se acordaba del buen uso que había hecho de sus funciones. Rosalía... ¿Qué quieres, hijito? ¿Qué principio has puesto hoy?

Y el buen señor, sincero y cuerdo en aquellos instantes, renegaba de la hora en que se resolvió a luchar en semejante terreno, y se acordaba del amor de su familia y de la paz de su hogar.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando