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Las opresiones, las congestiones torácicas, el aflujo desordenado de sangre al corazon y á la cabeza, indican mas bien una debilidad de la inervacion del órgano central de la circulacion, una debilitacion de la energía del corazon, en los momentos mismos, y mas especialmente cuando las pulsaciones precipitadas de este órgano, las opresiones, los calores, los ardores del pecho denotan la estancacion de sangre en el pulmon; porque entre los efectos de la digital no hay uno que esprese la congestion activa, la flegmasía franca; antes por el contrario, todos proclaman la pasibilidad ó la tendencia á este estado asténico.

Los síntomas del aparato urinario no anuncian flegmasía alguna, pues si el tenesmo, por algunas circunstancias, podria hacer creer en una afeccion de la próstata, el carácter bien conocido del medicamento conduce á buscar su orígen en alguna estrechez ó estado espasmódico.

Esto no obstante, aun aquí es preciso que una repercusion del sudor, que un enfriamiento hayan ocasionado la adenitis, el infarto linfático, la flegmasía, la fluxion escrofulosa en las glándulas, los ojos, el oido.... La agudeza de la inflamacion escluye desde luego la dulcamara y hace preferible la belladona y el mercurio alternados, y el zumaque.

La belladona y la pulsatila se disputan la preeminencia en el tratamiento de la otitis aguda, pero la primera se adapta mejor á la otitis interna; en cualquiera otra flegmasía la pulsatila se dirige á un período menos agudo de la afeccion. Lo mismo sucede en la angina respecto al uso de belladona ó mercurio despues de acónito; el mercurio corresponde á un estado mas local y menos agudo.

Pero en estas, como en cualquiera otra flegmasía, el estado subagudo y aun crónico está caracterizado por momentos de agravacion que, aunque menos agudos sus síntomas, se acomodan muy bien á belladona sola ó alternada con otros mas propios, para dar á los tejidos su tonicidad debilitada, como el borax, el carbonato de amoníaco, la quina y el azufre.

Somoza, furioso, gritaba; y se oía: colapso... flegmasía... cardiopatía... y el ex-alcalde, sin atender, continuaba mezclando latines: Masculino es fustis, axis turris, caulis, sanguis collis... piscis, vermis, callis follis. El médico y el prestamista estuvieron a punto de venir a las manos.

Los síntomas varian poco en los primeros instantes de una congestion inflamatoria sobre una víscera ú órgano cualquiera, pero ofrecen particularidades cada vez mas perceptibles á medida que el órgano se afecta, hasta que la flegmasía se desarrolla con todo el acompañamiento de síntomas.

Si se declara un foco inflamatorio, cada órgano, cerebro, hígado, pulmon, reclamará el medicamento pirético mas conveniente, la belladona, el mercurio, sin renunciar, no obstante, á la manzanilla ó la brionia, que son aun los mas indicados, si los primeros efectos de la cólera ó de la indignacion indican una hepatitis ó cualquiera otra flegmasía, porque esta inflamacion estará caracterizada por la nerviosidad y el eretismo del mismo modo que la fiebre.

Las afecciones catarrales reclaman el uso del acónito en aquellos casos principalmente en que la flegmasía local domina á la fiebre, pero con la condicion de que esta haya precedido, aun cuando ya no exista.

Se le cree eficaz por algunos síntomas en las leucorreas ligeras, en las irritaciones uretrales, la flegmasía alba dolens y la eclampsia de las recien paridas. Juzgamos que serán muy raros los casos de esta especie en los que el acónito pueda ser útil. Lo mismo decimos de las afecciones mentales con ideas fijas ó con alternativas de alegría y desesperacion, ó con temor escesivo de la muerte.