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Actualizado: 24 de julio de 2025
Me parece que no podrá ser... Además, yo me las acompañaba con guitarra... ¿No hay en casa alguna guitarra? se apresuró a preguntar el pollo, levantándose de su silla. A la guitarra que trajo Marta le faltaban dos o tres cuerdas y fue menester echárselas, en cuya operación se invirtió algún tiempo. Después se tardó también un poco en templarla.
18 Mas el que había recibido uno, fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. 19 Y después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos, e hizo cuentas con ellos. 20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí otros cinco talentos que he ganado sobre ellos.
¡Oh! si se pusiera toda aquella hermosura de Sol la que se pusiese tus camelias. ¿Quién, quién llegaría nunca a ser tan hermosa como Sol? ¡Qué lindas, qué lindas, son esas camelias! «Pero tú, ¿qué flores te vas a poner?». Yo, mira: Petrona me trajo unas margaritas esta mañana, estas margaritas. ¡Gentes, caballos, carruajes! Las cinco, las seis, las siete. Ya está lleno de gente el colgadizo.
De Boscán y Garcilaso no hablemos; hoy se reprocha a los jóvenes poetas americanos de lengua castellana que vayan a buscar a Francia su inspiración. ¿Dónde fue a buscarla Boscán, que nos trajo aquí todo el modernismo italiano?
Y me trajo consigo á palacio; habló al rey, que le oyó benévolamente; y le envió á la reina, y la buena Margarita de Austria se conmovió de tal modo al ver tanto dolor, que me abrazó, me besó en la frente, y me recibió como menina en su servidumbre.
ELOY. Esperamos a que acabara esta triste exhibición; luego se adelantó Chabornac, se llevó aparte a la rapaza durante algunos minutos y después de esto me la trajo, diciéndome: «¡Aquí la tiene, señor Genvrain!
3 y lo trajo e hizo el SE
Baste decir, gentleman, que hemos tenido buques de guerra más grandes que la barca que le trajo á usted; navíos con cien piezas de artillería iguales al revólver que le sacamos del bolsillo, ó tal vez mucho más grandes, y llevando tres mil ó cuatro mil hombres de tripulación.... En fin, verdaderas islas flotantes.
Volviendo al chilote que escapó del rigor de aquel tirano, y ya entre los indios, algunos de ellos se ofrecieron á acompañarle, pero en la primera montaña, le quitaron la vida: cuya noticia se me trajo por indios de mucha verdad del fuerte de San Fernando, á orillas del rio Bueno, luego que sucedió; y esto tiene á los indios llenos de temor.
Yo no tengo la culpa de lo que os pasa. ¿Pues quién trajo aquí á ese hombre? ¿Y tengo yo la culpa de que os hayáis derretido como cera? Allá os las compongáis. ¿Os acordáis de lo que me dijísteis ayer en aquella taberna?
Palabra del Dia
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