United States or Belize ? Vote for the TOP Country of the Week !


Aguarda, que a puros palos Le haré que el camino tome A reñir a su mujer Los celos que se le antojen. NARV. Páez, no salga ninguno, Si no es que el moro responde Que no está contento desto. PÁEZ. Suplícote me perdones, Que le he de quitar la vida. ORTU

Duero gentil, que con torcidas vueltas Humedeces gran parte de mi seno, Ansi en tus aguas siempre veas envueltas Arenas de oro qual el Tajo ameno, Y ansi las ninfas fugitivas sueltas, De que está el verde prado y bosque lleno, Vengan humildes á tus aguas claras, Y en prestarte favor no sean avaras, Que prestes á mis asperos lamentos Atento oido, ó que á escucharlos vengas, Y aunque dexes un rato tus contentos, Suplicote que en nada te detengas: Si con tus continos crecimientos Destos fieros Romanos no me vengas, Cerrado veo ya qualquier camino A la salud del pueblo Numantino.

Auvray sonrió con satisfacción, y luego haciendo un gesto teatral, como actor que se prepara para declamar un largo parlamento, dijo: Suplícote no olvides que soy abogado, lo cual quiere decir que debes escucharme con paciencia, sin interrumpirme ni replicar hasta el fin de mi discurso. Desde luego te prometo que éste no pasará de un cuarto de hora.

Lector amigo: yo he escrito este discurso, que no me he atrevido a llamarle libro, pasándome de la jineta de los consonantes a la brida de la prosa, en las vacantes que me han dado las despensas de mi familia y los autores de las comedias por su Majestad ; y como es El Diablo Cojuelo, no lo reparto en capítulos, sino en trancos . Suplícote que los des en su leyenda , porque tendrás menos que censurarme, y yo que agradecerte . Y, por no ser para más ceso, y no de rogar a Dios que me conserve en tu gracia.

Y , sol, que ya debes de estar apriesa ensillando tus caballos, por madrugar y salir a ver a mi señora, así como la veas, suplícote que de mi parte la saludes; pero guárdate que al verla y saludarla no le des paz en el rostro, que tendré más celos de ti que los tuviste de aquella ligera ingrata que tanto te hizo sudar y correr por los llanos de Tesalia, o por las riberas de Peneo, que no me acuerdo bien por dónde corriste entonces celoso y enamorado.