Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de julio de 2025
Mientras los escolares se detenían en la esquina para emprender en la parte más llana de la acera un partido de canicas o de burras, los latinistas del «pomposísimo Cicerón» siguieron de largo, volviéndose para mirarme con cierta curiosidad entre burlona e impertinente. Al fin de la calle, delante de una tienda, una carreta, tirada por una yunta, aguardaba la salida de los gañanes.
El metal en ebullición arrojaba por la boca superior de la campana un torbellino de chispas, un ramillete de fuego. ¡Pero qué chispas! ¡qué fuego! Era aquello tan grande, tan inconmensurable, que Aresti recordaba, como un juego sin importancia, la salida del metal de los altos hornos.
Se golpeaba el pecho y luego le señalaba á él. «Franzosen... gran amigo de Franzosen.» Y sonreía á su protector. Permaneció en su castillo hasta la mañana siguiente. Vió la inesperada salida de Georgette y su madre de las profundidades del pabellón arruinado. Lloraban al contemplar los uniformes franceses. Esto no podía seguir gimió la viuda . ¡Dios no muere!
Miró a las gentes de buen aspecto que ocupaban el andén, sin alcanzar a ver al tío de su cuñado. Hubo un empujón general en las cubiertas. ¡A tierra! La salida estaba libre.
Jacobo escuchaba estupefacto la extraña salida de Diógenes, que pronunciaba su arenga babeando la ancha bocaza, dando golpes, ora en su propio pecho, ora en la mesa. ¿Y a qué viene todo eso? preguntó al fin Jacobo. ¿A qué?... A que dejes tranquila a tu mujer, porque sólo con pensar en ella la manchas.
La segunda está datada de San Luis, de letra manuscrita, y la traía impresa desde Buenos Aires para irla esparciendo por los lugares de su tránsito. La tercera precedió a la salida del ejército destinado a combatir al general La Madrid en Tucumán, y alude a la reciente muerte de Villafañe.
Pero la buena mujer estaba demasiado contenta con la salida de la señorita para no desahogarse un ratito.
Había cometido una imprudencia la noche anterior al ir en busca de él, dejando olvidada la llave en la puerta de su camarote. El «zonzo», o sea el hermano, ansioso de venganza por los golpes de la tarde, había cerrado la puerta al notar su salida, guardándose la llave.
Los dos primeros son paradas para los vapores internacionales, y tienen comunicación ferrocarrilera con Caracas. El último está situado en un hermoso lago. Ciudad Bolívar, sobre el río Orinoco, es la salida para el comercio del país.
Buenos días, señorita; solamente nosotros estamos en nuestro puesto dijo el tío Marcial volcando su saco en la mesa y designando con franca risa la multitud de comadres y muchachos que, no habiendo podido encontrar sitio en la iglesia, esperaban la salida de la novia.
Palabra del Dia
Otros Mirando