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Actualizado: 1 de julio de 2025
Y cuando poco a poco el elemento autóctono se separa del invasor y surgen las pequeñas nacionalidades cristianas, los árabes y los antiguos españoles si es que después del incesante cruzamiento de sangre puede marcarse un límite entre las dos razas pelean caballerescamente, sin exterminarse luego de la victoria, estimándose mutuamente, con grandes intervalos de paz, como si quisieran retrasar el momento de la definitiva separación y uniéndose muchas veces para empresas comunes.
Además, me he llevado todas las carretas que el italiano tiene contratadas y las que hay en Fuerte Sarmiento. Esto va á retrasar un poco los trabajos del dique; pero luego, usted por una parte y el contratista por otra, procurarán ganar el tiempo perdido.
Todos los días, al llegar el sol a su altura máxima, había que retrasar la marcha del tiempo diez minutos. Otros pasajeros discutían ante un tabloncillo en el que estaba la carta de navegación, examinando la mancha azul del Océano punteada de alfileres con banderitas germánicas.
Tu época te ha preparado el camino. Y el príncipe, que no necesitaba tales consejos, seguía su marcha de vencedor por un mundo en el que se desvanecían á su paso las virtudes más acreditadas. Hasta las resistencias sinceras acabaron por parecerle útiles malicias para retrasar la caída, aumentando el deseo y su precio.
Era del tamaño de una rueda de carreta, y había sido labrado en el Palacio de Ciencias Físicas de la Universidad Central. Flimnap se excusó de traer con retraso esta lente, que había prometido para el día anterior. No es mía la culpa, gentleman. El profesor de Física tuvo esta mañana un hijo, y esto le ha hecho retrasar unas cuantas horas la entrega del cristal.
No hubiera podido cerrar la puerta sin desatar la cuerda bien anudada y retrasar de ese modo la cena; no había para qué hacer ese sacrificio. ¿Qué ladrón tomaría el camino de las canteras con semejante noche, y por qué había de hacerlo precisamente esa noche, cuando no le había sucedido eso nunca en los quince años precedentes? Estas preguntas no se presentaban claramente al espíritu de Marner.
Para mentira estaba demasiado bien hiladito. ¿Y ella te quiere todavía? preguntó con la picardía de un juez de instrucción. El esposo se hizo repetir la pregunta, sin otro objeto que retrasar la respuesta, que debía ser muy pensada. Pues te diré... que sí. Tiene esa debilidad. Otras mujeres, las de complexión viciosa, son en sus pasiones tan vehementes como inconstantes.
Palabra del Dia
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