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Estos discretos consejos fueron saludados con murmullo prolongado de reprobación. ¿Quién es ese servilón? dijo una voz aguardentosa, que no era otra que la del sin par Chaleco. A casa de Morillo repitió Calleja. Mujer, tráeme el almirez. El gentío aumentaba con nuevas remesas enviadas de la plazuela de la Cebada y del barrio del Salitre.

Estos gritos aislados de reprobación se perdían, sin embargo, ahogados por los aplausos del público. La admiración, que inspiraba Lope, subía de punto en punto hasta la idolatría . La idea de su superioridad se había arraigado de tal manera en los ánimos, que su nombre servía para distinguir lo más selecto en todas las cosas.

El Barrabás siguió hablando, sin fijarse en la mirada de reprobación de su hermano, creyendo ingenuamente que eran portentosas hazañas las raterías verificadas por su banda. Tal vez le inspiraba lástima aquel hermano infeliz, incapaz de pelearse con otro hombre y sin agallas para apoderarse de un mal pañuelo. A él le hacían caso en la cárcel.

Si no pone usted ahí mucho lloro, mucho suspiro, mucho amor contrariado, mucha terneza, mucha languidez, mucha tórtola y mucha codorniz, le auguro un éxito triste, y lo que es peor, el tremendo fallo de reprobación y anatema de la posteridad enfurecida.

Al caer entonces los jesuítas cayeron como los héroes de una noble tragedia, donde toda la simpatía y el aplauso fué para las víctimas, y la reprobación, en los más elevados espíritus, para los tiranos y opresores; para Pombal, para la Pompadour, para Tanucci y para el conde de Aranda.

Todo esto, no obstante, por más que sea digno de reprobación y deba ser condenado en este, en aquel ó en el otro individuo, tal vez afecte menos á la Compañía en general de lo que el autor anónimo imagina y pretende.

Habrá libertad, libertades... Esta falta de respeto, esta manera de hablar de Su Majestad enfadó tanto a la dama, que estuvo a punto de dar al traste con toda su circunspección y llegarse a la infame y decirle: «Para que aprendas a hablar como se debe, toma este arañazo...». Contentose con dos o tres monosílabos de reprobación. Su cara estaba ya como un pimiento.

Baste a mi propósito estimar como pura ficción cuanto en ella se cuenta, y entender que su sátira va contra el vicio y no designa ni fustiga a los viciosos, cuyo castigo prefiero yo que se encomiende a la ley, a los tribunales y a la pública reprobación, sin que autor ninguno, en una obra de arte y de puro entretenimiento, en lo que puede y debe calificarse de poesía, aunque esté en prosa, se rebaje y se humille hasta ejecutar la ruda sentencia.

El silencio profundo que siguió á aquellas palabras, aun más que los ademanes y el aspecto horrorizado de algunos religiosos, reveló cuán profunda y unánime era la reprobación de los oyentes. ¿Quiénes son los testigos de tan enorme pecado? preguntó el abad con voz que delataba su indignación.

Y la actitud de Roberto Vérod era la de un culpable: inclinada la frente, una mano en el pecho, parecía doblegarse bajo el peso de la reprobación de los demás, de su propio remordimiento. ¿Nada dice usted? ¿No reconoce usted la justicia de mis razonamientos?