Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 19 de julio de 2025


Cuando alguno salía garante de una virtud, la Marquesa, sin separar los ojos de sus caricaturas, movía la cabeza de un lado a otro y murmuraba entre dientes postizos, como si rumiase negaciones. A veces pronunciaba claramente: A con esas... que soy tambor de marina. No era tambor, pero quería dar a entender que había sido más fiel a las costumbres de la Regencia que a sus muebles.

Desde aquella noche no pude volver a Cádiz hasta la tarde del 28 de Mayo, formando parte de las fuerzas que se enviaron para hacer los honores a la Regencia, que al día siguiente debía instalarse en el palacio de la Aduana.

Bajo el Directorio, el gobierno habitó el palacio de Luxemburgo, y á las tinieblas de la cárcel sucede el brillo de un alcázar deslumbrador, en donde Barrás, el aristócrata republicano Barrás, hizo alarde de todo el fausto y de todas las dilapidaciones de la regencia. Entonces el palacio de María de Médicis, tomó el nombre de Palacio Directorial.

Entró, pues, Congosto, seguido de cinco de los suyos, escogidos entre los más granados, atravesó el salón de corte, y al encarar con los de la Regencia hizo una profunda cortesía, irguiose después, paseó su orgullosa vista de un confín a otro de la sala, metió la mano en el bolsillo de los gregüescos y con gran sorpresa de todos los que le veíamos, sacó unos anteojos de gruesa armadura, que se caló sobre la martilluda nariz.

Se os entra en los pulmones, se aloja en ellos y ¡buenas noches!... Usted me dirá que si de todos modos hay que morir, queda por lo menos el derecho de elegir el sitio. Me hago cargo perfectamente de ello. ¿Ha viajado usted por la regencia de Túnez? . ¿Ha visto usted cortar la cabeza a alguien? No. Pues bien, todo eso se ha perdido usted. Esos desgraciados tienen el derecho de elegir el sitio.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando