Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de mayo de 2025
Pongamos en él 100 grados, que es número redondo, y con 20, en mi sentir, bastará para todo lo práctico de la vida, si la fortuna sopla y las circunstancias son favorables. Con los 20 grados se llega a ser ministro celebradísimo, príncipe de gran mérito, presidente de república, banquero poderoso y hasta cardenal y papa.
Diré, con todo, que aun suponiendo que en cada grado de cultura a que va llegando la sociedad se requieren sólo ciertos grados de entendimiento para lo práctico y diario, y que los demás grados son del todo superfluos, inútiles y hasta nocivos, salvo en casos excepcionales, todavía habrá que conceder que el entendimiento no es la única potencia del alma que vale al hombre para lograrse; la voluntad, el carácter, entran también por mucho.
Pues si usted tiene más no los aparenta manifestó Romadonga, que era un psicólogo práctico para quien ni el alma de las chulas ni el de las duquesas guardaban secreto alguno.
Entre nosotros, Florencio Varela, el hombre de tacto político, el hombre de recto juicio y de tino práctico, era tambien poeta.
Se practicó este movimiento con tanto órden y destreza militar, que logró eludir la cuidadosa vigilancia con que le observaban los rebeldes, los cuales quedaron sorprendidos á las primeras luces del dia siguiente, por no saber el como, y por donde se habia desaparecido Reseguin.
A este lado parece que está la fuente, porque van y vienen mujeres con cántaros... Ea, yo me rindo, yo pido práctico, yo no doy un paso más... Hemos andado más de media legua y no puedo con mi cuerpo... Un guía, un guía, y que me saquen pronto de aquí».
Cuando la tarde declinó pasaron por delante de San Sebastián. Miguel se esforzaba por ver la boca de la bahía de Pasajes, sin conseguirlo. El capitán se desesperaba porque no aparecía la lancha del práctico.
Al fin, el hombre práctico, el enemigo de las divagaciones, cumplía su promesa, y el estilo de la carta tornábase conciso, con una sequedad comercial.
Guardose de mostrarla, porque detrás de sus vicios, y aun sobreponiéndose a ellos, estaba el hombre práctico, el aldeano egoísta y receloso. Temía que, conocida su flaqueza, la familia se aprovechase para saquearle. Además, no quería verse comprometido.
Entré en mi casa menos contristado por la impresión de las secretas llagas que había tenido ocasión de ver, que humillado de mí mismo, por mi impotencia para llegar a nada práctico. Hallé a Oliverio esperándome; estaba cansado y aburrido. Vengo de casa de Agustín le dije.
Palabra del Dia
Otros Mirando