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Actualizado: 16 de julio de 2025
He ahí el motivo de mi predilección por la dulce poesía de Fallon; nadie como él, hasta ahora, me ha hecho leer con mayor claridad dentro de mí mismo, dando forma y vida a las ideas y sensaciones confusas que en otro tiempo, en los días de entusiasmo, la luna serena hacía brotar en mi alma... Oíd, quiero citar algunas estrofas.
Las reynas de la humana hermosura Salieron de do estaban retiradas, Mientras duraba la contienda dura: Del arbol siempre verde coronadas, Y enmedio la divina Poesia, Todas de nuevas galas adornadas. MELPOMENE, TERSICORE, Y TALIA, POLIMNIA, URANIA, ERATO, EUTERPE, Y CLIO, Y CALIOPE, hermosa en demasia
Todos ellos evitaban deliberadamente lo popular, y preferían la poesía erudita, lo cual explica que encontremos en sus obras pobres sentencias y prosáicos silogismos, en vez de la expresión espontánea del sentimiento, y manoseadas frases en vez de verdadera pasión.
Las dos fases de la poesía y arte dramático, que corresponden á los reinados de Felipe III y IV, abrazan en rigor su edad de oro. Paralelos á ellas, pero en su centro, y, como es de presumir, no siempre completamente aislados uno de otro, se distribuyen los poetas dramáticos en dos grandes grupos, á cuya cabeza van Lope de Vega y Calderón.
Creen que esas imaginaciones son poesía.... ¡Ah! ellos no saben que la poesía es una de las cosas que más arrastran á la humanidad, uno de los poderes más formidables de la vida, especialmente cuando todavía hemos vivido poco, cuando la hiel de los desengaños no ha acibarado nuestro corazon, cuando nos encontramos en la poesía del que sueña, porque todavía no comprende.
Indudablemente existían esos cantos antes que el poema de que tratamos, puesto que la poesía popular es siempre resultado inmediato de la vida poética de cualquier nación.
No parece sino que la fe disculpa todas las inverosimilitudes é incongruencias de la poesía.
Volvía al fin tan afectuosa que me encantaba, seductora hasta el punto de maravillarme; la poesía; y como les sucede a quienes un exceso de luz les perturba la vista, nada advertía yo más allá del confuso deslumbramiento que me enceguecía. Gracias a la ausencia de razonamiento, mejor dicho, a mi ceguera, me sumergí en los meses siguientes como si hubiera entrado en lo infinito.
Por otra parte, ¿qué ha de ser esta poesía que reconcentra sus ecos en un joven devorado por el deseo de actividad?
Curioso esta leyó unas palabras que no significaban nada, y parecian fines de verso. Como era aficionado á la poesía, y que siempre se puede sacar algo con los príncipes que gustan de coplas, le dió en que pensar la aventura del papagayo.
Palabra del Dia
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