United States or El Salvador ? Vote for the TOP Country of the Week !


Esperaría a que el molesto transeúnte se fuese por otra calle. Y mientras tanto, escuchaba a Tónica, cuidando de ladear el paraguas para que la cubriera bien, y mirando al suelo, como encantado por el trozo de enagua blanca al descubierto y las pequeñas botinas que saltaban los charcos con una graciosa ligereza de pájaro.

Al ver las ventanas abiertas en todo su largo para dejar entrada libre al aire sano del mar y los ecos de su eterno lamento, nadie en Filipinas diría que allí se encontraba un paciente, pues es costumbre de cerrar todas las ventanas y las más pequeñas rendijas tan pronto como alguno se acatarra ó coge un dolor de cabeza insignificante.

La disentería otoñal, ó la diarrea reumática cede mejor al cólchico que á la dulcamara y á la ipecacuana: esta se dirige mas bien al estómago y á las mucosas; la dulcamara se dirige á estas últimas; el cólchico obra sobre las membranas musculosas y serosas de los intestinos, está muy indicada en la disentería rectal ó anal, en la cual los cólicos son poco pronunciados, pero que hay presion sobre el ano, y tenesmo con evacuaciones muy pequeñas.

Dividen el nacimiento en una multitud de pequeños regueros, con objeto de esparcir la vida sobre la mayor extensión posible, y trazan á todas estas pequeñas venas de agua el camino más recto hacia las plantaciones y los cultivos.

Yo creía que casi todas las islas del océano Pacífico eran coralíferas. Hubo un tiempo en que así se creía; pero hoy se ha comprobado que los zoófitos constructores sólo pueden vivir a pequeñas profundidades.

Comenzó á cortar algunas pequeñas ramas, aquellas que no hacían falta á los árboles, y mientras tanto soltó el torrente de su voz cantando una de las baladas del país. En Oviedo no podía cantar de aquel modo con todo el aliento de su pecho. ¡Siempre el horrible solfeo, el aburrido piano! En cuanto daba una voz más alta que otra ¡chut, chut, silencio!

Buscaba la paz y el silencio, y le rodeaba en pequeñas proporciones el mismo ambiente de proselitismo y ciegos entusiasmos que en su época de martirio. Deseaba anularse y desaparecer al penetrar en la catedral, y la suerte se burlaba, resucitando al agitador en pleno escondite, para turbar la paz de aquella ruina.

Las más pequeñas corrían, enseñando hasta media pierna, y no es aventurado decir que Isabelita Bringas y la sobrina de doña Cándida eran las que más alborotaban.

El espectáculo era admirablemente bello, como era interesante el movimiento del puerto, animado ya por los numerosos grupos de marinos, de mozos de cordel, de mercaderes ambulantes, curiosos desocupados, etc., cuanto por la abundancia de buques anclados en la bahía y de las pequeñas barcas y faluchos de corta navegacion.

Enseguida pensó: "¿Por qué no ha sido tan generoso cuando se trataba de ? ¡Cuán pequeñas eran las concesiones que yo le pedía comparadas con las que se impone él mismo! ¿Tanto me odiaba que no quiso concederme nada?