United States or Cuba ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Tengo tanta necesidad de reposo, pobre nena mía! ¿Por qué no me llevas contigo? ¡Ay, si pudiera!... murmuró Fabrice. ¡Anda, llévame, papacito! ¡No es posible, alma mía!... ¡Anda... vete a dormir!... ¿Te vas por mucho tiempo? continuó la niña. Por... alguno... Todavía no lo fijo... ¡Anda... anda a dormir, hija mía! Jacques dio un beso a aquel querubín.

Los hombres, aun cuando son buenos, no comprenden tantas cosas, las cosas que no se piden; mientras que mi papacito...» Y también de este hecho encontraba una explicación: «Como quiso tanto a mi pobre mamá, tomó todos sus gustos, sus hábitos, su modo de pensar y de sentir.

»A veces me parece, cuando me duele la cabeza, o estoy resfriada, o no como algo porque me desagrada, que mi papacito tuviera mis dolencias y sintiera mis náuseas: si toso, me parece que a él también le duele el pecho; si siento frío, que él también lo siente. ¡Qué bueno es quererse así

»¡Me gusta tanto tomar su brazo cuando salimos! Pero, naturalmente, mucho mejor es cuando él torna el mío. Entonces me siento casi orgullosa de que mi papacito, un hombre tan fuerte y grande, se apoye en ; me parece que le sirvo de algo; pero después me entra un terrible miedo de no servir en realidad para nada... »Es necesario que yo diga a papá una cosa que noto desde hace días.

Cuando me siento mal, siento con más fuerza la falta que me hace una hermana que contentase a papá, que le distrajera de sus preocupaciones y cuidados... A él mismo se lo he dicho; y él dice que está contento conmigo sola, no quisiera dividir el cariño que me tiene. No, papacito mío, en tal caso el cariño no se dividiría: se sumaría...»

Al saber que era más joven que papá, sentí pena por mi papacito, pues veía que su vejez se aproximaba; pero después, pensando en que papá me tenía a , mientras que su amigo era solo, me consolé y hasta me pareció justo que éste fuese más joven, para que pudiera casarse también y formar familia.

Hoy ha reprendido a Juan, porque tardó en ir al teatro, y cuando llegó ya no encontró ni un palco disponible: se ha enojado porque no puede llevarme a esta función, no porque quiera ir él, Julia me ha dicho que cuando estaba solo nunca iba al teatro. ¡Pobre papacito, cuánto me duele que se sacrifique por !

»¡Oh, no! ¡Pobre papacito mío, no quiero estar más en la cama; quiero sentirme siempre bien y tener buen semblante, y hacer mucho ruido en la casa, para que te tranquilices, para que no te aflijas tanto por mi causa! ¡El otro día, mientras los doctores me examinaban, lo vi en el espejo: no se imaginaba que yo lo miraba, y se apretaba una mano con la otra e inclinaba la cabeza hacia nosotros, respirando fatigosamente, como si la persona que esperaba la sentencia del médico, fuera él mismo!...