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Actualizado: 30 de abril de 2025
Pero aun así, justo es confesar que los cubanos fueron los que menos padecieron, si es que algo padecieron, de este último absolutismo de los diez años.
Á partir de esta época padecieron de nostalgia. El conde que en este momento preside la mesa había sido educado en Francia desde sus más tiernos años por la voluntad de su madre, persona extremadamente caprichosa y extravagante, que nunca pudo acomodarse con el carácter franco y generoso y un poco rudo y agreste de su marido.
Los árboles floridos padecieron los furores de la intemperie, como engalanadas damiselas que en día de campo, vestidas con percales alegres, adornos vistosos y delicados de seda y tul, se ven sorprendidas por un chubasco, al aire libre, sin albergue, sin paraguas siquiera.
Fingen, pues, los dichos Mamalucos que son jesuitas, usando el nombre de Padre, nombre venerable y que estima mucho á toda la gente, aun á los infieles; hácese uno súbdito, otro superior, y aun Provincial; y en la rota que padecieron los españoles el año 1696 fué hecho prisionero uno, llamado Juan Rodríguez, á que añadía el título de Payguazú, que en Guaraní es lo mismo que Padre Grande.
Ocupado en estos ejercicios, se llegó el tiempo de embarcarse, y pasando de Sevilla á Cádiz, se dió á la vela para Buenos Aires el año de 1698 en compañía de otros cuarenta y cinco Jesuitas repartidos en tres naves, con viaje se puede decir afortunado; porque después de grandes infortunios que padecieron en veintidós meses de navegación, plugo á Dios Nuestro Señor traerlos salvos al puerto de Buenos Aires.
En que se trata de la mas cruda hambre que se ha visto entre los cristianos, la cual padecieron los de D. Pedro de Mendoza en Buenos Aires, y como se pobló el Argentino. Lo que ha sido muy justo y bien ganado Muchas veces se pierde, como vemos: Pues de lo que con mal se ha grangeado, Que se pierda y el dueño esperaremos.
El Santa Ana, amparado sólo por el Fougueux, francés, tuvo que batirse con el Royal Sovereign y otros cuatro ingleses; y a pesar de la desigualdad de fuerzas, tanto padecieron los unos como los otros, siendo el navío de Collingwood el primero que quedó fuera de combate, por lo cual tuvo aquél que trasladarse a la fragata Eurygalus.
El domingo 26, en altura de 38 grados y 34 minutos, padecieron una turbonada de agua menuda, y el este-sud-este que soplaba, levantaba alguna marejada: y el lúnes siguiente 27, en altura de 38 grados y 36 minutos, sintieron extraordinario frio.
Es tanto su poder y maña fuerte, Que todo el mundo tienen ya rendido, Procuran de tomar primera suerte A su gusto del bien mas conocido: Hambre, ni desventura, ni la muerte Contrastar su poder nunca han podido. Mirad lo que en la isla padecieron, Y al fin todas con vida escabulleron.
Pasada la laguna, se metieron Los soldados, y gente que venia, Por la montaña adentro, y padecieron Trabajo caminando en demasia. Al fin al puerto, pues, todos vinieron, Pasado en caminar el cuarto dia: Juan Ortiz por la mar viene, y navega Dos dias, y tambien al puerto allega.
Palabra del Dia
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