Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de mayo de 2025
¡Cabá! saltó la rondeña estremeciéndose : pa que la niña ze malograra a lo mejó... Soltó una risotada el tuerto Bermúdez y dijo: Me gusta que te tiente ese deseo, Nieves, y te prometo satisfacértele muy a menudo, sin los riesgos que asustan a Catana... Mira un vapor... ¿En dónde? En el horizonte... Fíjate bien en el punto que yo señalo. Ya le veo... ¿Le ves tú, Catana? No le veo, niña.
Le igo que ... Pero, en fin, yo la acompañaré á esa calle. No: dígame usted por dónde debo ir. Yo iré sola. ¿Sola? si hay rivolución. ¿Pa que le peguen á usted un tiro y me la ejen frita en mitá la calle?... Yo quiero ir sola dijo ella separándole. La compañía y la solicitud impertinente de aquel hombre le inspiraba mucha desconfianza. Su intento era huir de él y preguntar á otro.
Solo nací- solo muero. 206 El negro, después del golpe, se había el poncho refalao y dijo: vas a saber si es solo o acompañado. 207 Y mientras se arremangó, yo me saqué las espuelas, pues malicié que aquel tío no era de arriar con las riendas. 208 No hay cosa como el peligro pa refrescar un mamao; hasta la vista se aclara por mucho que haiga chupao.
Pepe se la quitó de las manos, le sujetó fuertemente metiéndose la cabeza del agresor entre las piernas, y por castigo le descosió con el cuchillejo la costura trasera del pantalón, dándole luego en lo que el sol ni el agua vieron jamás, unos cuantos azotes: después le devolvió tranquilamente la navajilla, diciendo: «Toma, boceras; eso no sirve más que pá partir pan.» A las horas de trabajo era modelo de laboriosidad: cuando llegaba el momento de hacer diabluras, era de la piel de los demonios.
¡Abá! ¿y por qué, ñol? Porque no se concibe, Padre, que uno pueda faltar á clase y al mismo tiempo decir la leccion en ella... V. R. dice que, estar y no estar... ¡Nacú! metapísico pa, ¡prematuro no más! Con que no se concibe, ¿ja?
¡Bendita sea tu boca! ¡Sigue niña, que me subes al cielo diciéndome esas cosas! Nada has de perder queriéndome. Pa que estés bien soy capaz de todo; y aunque el padrino se enfade, ansí que nos casemos güervo al contrabando para llenarte el delantal de onzas. María de la Luz protestó con un ademán de miedo. Eso nunca.
¡Ay, señor! me respondió sollozando ; aunque no lo hubiera estau entoncis, que bien lo estuve, ¡he tenío tantos motivos pa estarlu dimpués acá! Corriente añadí . Pero ¿de dónde venía... y para qué... y por qué?
Compónganselas ustedes como quieran; pero en cuantito que digan a alguien, sea quien fuere, mi paradero, vengo y le cuento a la tía de pe a pa todas sus trapisondas de usted; lo de Mariquilla, que si no fue... no quedó por usted, y lo de esta mala pécora de ahora, que le tiene a usted sorbido el seso. ¡Chiquilla! Yo hago de mi capa... Usted no hace más que tonterías.
Chisco era buen compañero para andar por donde yo andaba con él; también Pito Salces, pero no tan «amañau» como el otro «pa el autu de rozasi con señores finus». Si Chisco fuera de Tablanca como era de Robacío, no habría nada que pedirle.
En un momento tumbó toos los jamelgos, enviando por el aire a los piqueros. Los peones corrían; la plaza era un herraero. El público pedía más cabayos, y Coronel, en los medios, esperaba que se acercase alguien, pa yevárselo por delante. No se verá na como aquéyo, de nobleza y de poer. Bastaba que lo citasen pa que acudiese, entrando con una nobleza y un arranque que gorvía loco al público.
Palabra del Dia
Otros Mirando