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Actualizado: 12 de octubre de 2025
En esas épocas yacen los elementos de las artes representativas, ya adormecidos en narraciones épicas, ya en cantos líricos ó alternados.
Hemos visto antes que la recitación de narraciones poéticas fué una de sus principales ocupaciones, pareciendo probable que en Castilla hiciesen lo mismo con los romances, tan á propósito para impresionar al pueblo como deseaban.
La poesía ha hecho de él su principal asunto, así en cantos líricos como en narraciones, desde las edades más remotas hasta nuestros días.
Pero pienso como mi amigo pintor, que Murger ha envenenado nuestra juventud y nos ha hundido en la pobreza y en la soledad con el hechizo de sus mágicas narraciones. «Debemos desenterrar y quemar los restos de Murger.» Siles y su carrik SILES era filósofo, poeta y cronista.
Pensaba que tenía una gran «misión de consuelo» y hasta de amparo que cumplir allí, desde que vio el buen éxito de sus fúnebres narraciones, y ya se movía con desembarazo delante de Verónica, hablaba con ella sin que se le atravesaran las palabras en el gaznate, y dedicaba largos ratos a conversar con la marquesa en voz baja y, al parecer, en la mayor intimidad.
Las narraciones en romance son mucho más largas que las de los poetas anteriores , más raras en estos últimos y usándose sólo en las ocasiones en que el suceso que se refiere tiene alguna analogía con los antiguos romances populares.
Sus hazañas, si las hizo, no le dieron riqueza, ni valimiento, ni poder, y no hubo cronista que hablase de ellas en sus narraciones, ni épico callejero que escribiese un mal romance para referirlas y ensalzarlas. Dice el refrán que el lobo, harto de carne, se mete fraile. Morsamor no fue como el lobo. Morsamor no cogió la carne: apenas columbró la sombra.
López Roberts será uno de los mejores de que podrá jactarse España en el siglo presente, nos dan las breves narraciones ya escritas y publicadas por él cuando es muy joven todavía. Otro notable ingenio, como autor de libros al menos para mí desconocido hasta ahora, es D. Adelardo Ortiz de Pinedo. La obra suya que acaba de publicarse y que he leído con sumo interés, tiene por título La sima.
Al contrario, aplica el romance con más frecuencia que sus antecesores, predominando, así, en el diálogo como en las narraciones, de manera que las demás combinaciones métricas rimadas las reserva para los momentos culminantes de la acción.
No; espero que no nos separaremos tan a deshora, y cuando parece probable que, siguiéndome, asistan ustedes a algún espectáculo que les haga más llevadero el fastidio de mis personales narraciones. Vamos, pues, y tengan en cuenta que nos acompaña el Sr. de Santorcaz, a quien llevan al país andaluz asuntos de familia.
Palabra del Dia
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