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Actualizado: 2 de mayo de 2025
Y, empujado por irresistible movimiento, fue a colocarse, casi oculto, tras la misma columna. De esta suerte, cuando Beatriz se halló a pocos pasos y Gonzalo se adelantó a ofrecerla el agua bendita en los dedos, Ramiro mojó a su vez, brevemente, los suyos, y los alargó también hacia ella, con gesto imperioso y tranquilo.
Fortunato, que era la bondad misma, se precipitó á su socorro y recibió algunos puntapiés y alguna que otra tarascada, pero no retrocedió y empezó á desabrochar á Clementina, que lanzaba débiles quejidos. Le mojó concienzudamente las sienes con agua de Colonia y le hizo aspirar un frasco de sales.
El pinche se explicó trabajosamente. Su padre estaba arriba, en Labarga, en una casa de peones, muy enfermo; se moría. Al amanecer había querido levantarse para ir al trabajo como los demás compañeros, pero le ardía la piel, deliraba. El día antes había llovido y se mojó en la cantera.
Despidióse éste, y al abrir la puerta para marcharse, lo detuvo el Padre Hurtado diciéndole: Espere un momento, hermano. Abandonó su escritorio, mojó dos dedos en una pila de agua bendita que colgaba en la pared, y tocó con ellos la mano del obrero, diciéndole cariñosamente; ¡Vaya con Dios!
Dio tres o cuatro pasos en falso, giró como un trompo, y fue a caer en un diván de hule, donde Miquis le mojó la cara. Capítulo XII Escenas Protesto con toda mi energía de ser racional y libre, declaro absurdo y necio el deber de vivir. No hay tal deber.
Pero al ponerle una de las veces la mano en la cara observó, con sorpresa, que la humedad que le mojó los dedos era caliente. Comunicada esta observación con su antagonista, y como quiera que ya habían llegado a las primeras casas de la ciudad, metieron a la niña en un portal, encendió el barón un fósforo y la reconocieron. Tenía todo el rostro bañado de sangre, que manaba de algunos profundos arañazos, las manos cubiertas de cardenales. Los dos héroes se miraron aterrados, y la misma ola de indignación encendió sus mejillas. El barón dejó escapar una serie de imprecaciones fulminantes.
Palabra del Dia
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