Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 5 de junio de 2025
En esos días se reparten, al tiempo de los bailes, sortija y toros, varias menudencias de las que se trabajan en los pueblos, como son rosarios, vasos, cucharas, peines de aspa y lienzo de algodón; también se les da, si hay en el almacén, agujas, cintas, cuchillos y otras menudencias que ellos estiman mucho.
Ahora, si estas menudencias no valen nada para ustedes, la cuestión cambia de aspecto; y si el destino del hombre sobre la tierra es otro que hacer risueño y apacible el grupo de una familia cobijada al calor del hogar doméstico, confieso sin repugnancia que nuestras patriarcales costumbres fueron un borrón que manchó á la humanidad en los tiempos del llamado obscurantismo.
Ejemplo desto tenemos en don Diego Ordóñez de Lara, que retó a todo el pueblo zamorano, porque ignoraba que solo Vellido Dolfos había cometido la traición de matar a su rey; y así, retó a todos, y a todos tocaba la venganza y la respuesta; aunque bien es verdad que el señor don Diego anduvo algo demasiado, y aun pasó muy adelante de los límites del reto, porque no tenía para qué retar a los muertos, a las aguas, ni a los panes, ni a los que estaban por nacer, ni a las otras menudencias que allí se declaran; pero, ¡vaya!, pues cuando la cólera sale de madre, no tiene la lengua padre, ayo ni freno que la corrija.
Cierto es que nosotros sabemos hoy muchas más menudencias, á las cuales los españoles del siglo XVII dispensaban poca atención; pero lo es también que hemos perdido su sentido natural, y entonces muy común, de muchas cosas grandes y bellas, resultando, en parte, de nuestro progreso científico y erudito, vernos privados de muchos goces de que ellos disfrutaban.
Aquí pinta el autor todas las circunstancias de la casa de don Diego, pintándonos en ellas lo que contiene una casa de un caballero labrador y rico; pero al traductor desta historia le pareció pasar estas y otras semejantes menudencias en silencio, porque no venían bien con el propósito principal de la historia, la cual más tiene su fuerza en la verdad que en las frías digresiones.
Muchas hebras de paja reunidas detienen el paso de un elefante y muchas menudencias acumulativas detienen la marcha de una nación. En su forma originaria, el misticismo era la subordinación de la salud del cuerpo a la salud del alma, de modo que toda disminución de aquello debía importar necesariamente un mejoramiento de la vida.
No contenta con lo cual, y viendo que Lucía, semianegada en olas de lino, hacía signos negativos con cabeza y manos, tocó otro resorte y trajo enormes cajas de cartón, que, destapadas, mostraron encerrar gorritas microscópicas, pañales de franela festoneados menudamente, capas de merino y de piqué, faldones inverosímilmente largos, y otras menudencias que arrebataron a Lucía la sangre al rostro.
Tampoco detallaré los efectos que en el mayorazgo causaron la bata persa de su amigo y las tapicerías de la habitación en que le recibió. Conocido el tipo, es muy fácil la deducción de estas menudencias.
Y hablaron del niño enfermo y de la faena de la yerba que había terminado en aquella semana y del ganado del tío Pacho que Demetria conocía como el suyo, y del perro que lo guardaba y que la quería y agasajaba como si fuese de la familia: hablaron de cien menudencias, pero ni una palabra de amor.
Al cabo, comenzó, como suele decirse, a meterme los dedos en la boca, y vomité cuantas menudencias de significación o insignificantes habían acaecido entre la hermana y yo en los breves días que la trataba. Sentía yo el gozo de todo enamorado en abrir el pecho y poner de manifiesto mis alegrías, temores y esperanzas.
Palabra del Dia
Otros Mirando