Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de junio de 2025
La loca, la aventurera de accidentada historia, entrada en el placer por el empujón de la violencia, sentía por primera vez rubor en los brazos de un hombre; experimentaba la alarma de la virgen al contacto del macho, la misma agitación que impulsa a la doncella a entregarse entre estremecimientos de miedo a lo desconocido.
21 y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley; 22 y un macho cabrío por expiación; además del holocausto continuo, y su presente y su libación. 23 Y el cuarto día, diez becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
19 Y esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel. 20 Y cuando hubiere acabado de expiar el santuario, y el tabernáculo del testimonio, y el altar, hará llegar el macho cabrío vivo;
La liebre en medio de su vida agitada y el murciélago que vive envuelto en tinieblas, son tiernísimos para su familia; y hasta los crustáceos, los pulpos, se quieren y se auxilian: cuando se pesca la hembra, el macho se precipita sobre ella y déjase agarrar.
Es un macho viejo muy bribón y vivaracho todavía, aun cuando tiene ya señalada la herradura en el pecho y algunas plumas blancas esparcidas por el cuerpo. De joven recibió en un ala un perdigón de plomo, y como esto le ha hecho ser un poco pesado, mira dos veces antes de volar, mide bien el tiempo y sale del apuro. Con frecuencia me llevaba consigo hasta la entrada del bosque.
3 En cuanto al macho de veinte años hasta sesenta, tu estimación será cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario. 4 Y si fuere hembra, la estimación será treinta siclos. 7 Mas si fuere de sesenta años arriba, por el macho tu estimación será quince siclos, y por la hembra diez siclos.
Y de tal manera aguijó el macho, que no tuvo lugar don Quijote de preguntarle qué maravillas eran las que pensaba decirles; y, como él era algo curioso y siempre le fatigaban deseos de saber cosas nuevas, ordenó que al momento se partiesen y fuesen a pasar la noche en la venta, sin tocar en la ermita, donde quisiera el primo que se quedaran.
Y al mismo tiempo que sentía como un descanso espiritual, y un orgullo animal, de macho, el remordimiento de haber engendrado le punzaba con los primeros dolores de la paternidad, que van formando, por aglomerados de sobresaltos, penas extrañas, que lastiman como propias, la santa caridad del amor a los hijos.
El pájaro cayó como fulminado y rebotó con sordo ruido sobre la seca tierra de la viña. Era un magnífico macho de perdiz, de color vivo, rojos y duros como el coral el pico y las patas, armado de espolones como un gallo, casi tan ancha la pechuga como la de un pollo cebado. Caballero me dijo el señor Domingo adelantando en dirección a nosotros, excuse el haber tirado sobre la muestra de su perro.
Efectivamente, la otra mañanita, al rayar el alba, oí que me llamaban muy bajito dentro del surco... Rojillo, Rojillo. Era mi viejo macho. Miraba de una manera extraña. Vente en seguida me dijo, y haz lo que yo. Lo seguí medio adormilado, deslizándome por entre los terrenos, sin volar, sin saltar casi, como un ratón.
Palabra del Dia
Otros Mirando