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Actualizado: 6 de octubre de 2025
La justicia te ha puesto donde debieran estar todos los charlatanes. Lázaro estaba cada vez más confuso. Aquellas palabras, dichas cuando, más que reprensiones, necesitaba consuelo, concluyeron de abatirle. Representósele el carácter de su tío como el más áspero é inflexible que existía en la Naturaleza.
La inflexible señora depositaba en sus manos cada domingo tres pesetas; ni más ni menos. Era todo el caudal de que disponía durante la semana para sus vicios, salvo el fumar, que ella subvencionaba, comprando los cigarros por sí misma. Cuando necesitaba un sombrero, ella se lo compraba; cuando un traje o unas botas, se avisaba al sastre o zapatero para que viniese a tomar las medidas.
El senador era inflexible. «La vida no es juego», como le había dicho al echarle de casa de su protectora.
Pero ¡cuán inflexible y grosera nos parece su obra! ¿Qué se hizo de aquel aroma poético, ya tierno, ya apasionado con violencia, que respiramos con fruición y con ansia en la comedia española?
Del semestre de Navidad no pudo entregar á don Salvador mas que una pequeña parte. Llegó San Juan, y ni un céntimo. La mujer estaba enferma; para pagar los gastos hasta había vendido el «oro del casamiento» las venerables arracadas y el collar, de perlas, que eran el tesoro de familia, y cuya futura posesión provocaba discusiones entre las cuatro muchachas. El viejo avaro se mostró inflexible.
Hay datos, no obstante, para creer que el distinguido jurisconsulto no llegó a tierra con suficiente oportunidad. La señorita de Mory se creyó bastante vengada de las muchas molestias que su inflexible lógica le había ocasionado.
Reaparecía la desconfianza; ensañábase la animadversión en el torero. Todos parecían haber olvidado el entusiasmo de poco antes. Gallardo recogió la espada, y con la cabeza baja, sin ánimos para protestar del desagrado de una muchedumbre tolerante para otros e inflexible con él, marchó otra vez hacia el toro. En su confusión, creyó ver que un torero se ponía a su lado. Debía ser el Nacional.
Este era duro, inflexible y tiránico, más bien juez de su hogar, que padre de su familia; de aquellos que no inspiran cariño y respeto, sino miedo y terror a los hijos; que usan el azoto, el encierro y el ayuno, como medios de represión.
¿Lo véis? exclamó triunfante y sonriendo la joven. ¿Quién es aquí el corazón duro é inflexible, el predicador severo, el que se empeña en que continuemos reñidos? Pues bien, cederé yo, porque lo que es vos habéis de seguir haciendo méritos hasta obtener, como os lo deseo, la mitra de obispo ó el capelo cardenalicio.
Entonces el majo se abatió á las súplicas, á los halagos, empleando los recursos de su ingenio en persuadirla. Todo fué en vano. La irritada joven le escuchaba inflexible y repetía con tenaz resolución: Me voy, me voy: no quiero sufrir más. Cayó al fin el guapo de hinojos y la retuvo por el vestido, dirigiéndole ruegos tan vehementes y haciéndole promesas tan disparatadas que Soledad vaciló.
Palabra del Dia
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