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Actualizado: 16 de mayo de 2025
Estos registros, reunidos después en la oficina de gobierno, han servido para suministrar gargantas a la cuchilla infatigable de la mazorca durante siete años.
Juan, por lo demás, no chocaba ya las ideas exageradas que tenía respecto a la necesidad de cierto esmero en el vestir; por lo contrario, la simplicidad elegante del joven le gustaba, se armonizaba con su naturaleza de luchador infatigable, que no economizaba ni su tiempo ni sus fuerzas.
En suma, es infatigable en sus tareas, parece poseído por una especie de fiebre de trabajo. Se diría que desea demostrar al pueblo que lo arrojó de su seno por su conducta, que no merecía aquella ignominia, y que en su mano estaba volver al buen camino, si la persona a quien había hecho tal promesa hubiera dado crédito a sus palabras.
Si en el primer momento no puede uno ménos que hacerse la reflexion que he apuntado sobre la inquietud del espíritu del hombre, al salir de la ermita y aspirar de nuevo el aire embalsamado del bosque y las praderas, sabiendo ya que la obra se debe al trabajo paciente y prodigioso de un solitario, infatigable en cavar durante veinte años, tambien se dice uno con orgullo y consuelo: Si el genio humano y el trabajo pueden producir una obra tan notable en lo inútil, qué no han de producir cuando los inspira una idea fecunda y una gran necesidad de creacion!
Harto conocía yo lo que puede y debe añadir de encanto a una mujer hermosa el vestirla de ricas telas y joyas esplendentes, y el circundarla de todos los primores de la más refinada cultura y de todas las riquezas que crean la mano y el ingenio infatigable del hombre.
Ojeda se complacía en escuchar la facundia exuberante de su amigo. Las novedades de aquella vida marítima le infundían una movilidad infatigable. Es usted el duende del buque dijo . En pocos días lo ha corrido por completo, y no hay rincón que no conozca ni secreto que se le escape. Maltrana se excusó modestamente.
Y Campo recordaba á D. Quijote por algo más que por lo seco y desgarbado de su cuerpo, lo avellanado del rostro y el rumbo de los bigotes: por lo exaltado de su imaginacion, pronta en hacerle recibir como realidades sus sueños de cada momento, infatigable para persuadirle á creer que está en verso nuestra existencia, contra la opinion de un personaje de comedia del pobre Luis Eguílaz.
Pues me ocurrió que, en cuanto instalé mis animales en la Exposición Rural, fui allí a reanudar mis partidas de bridge del año anterior. Me encontré con Joaquín Villalba, mi amigo, el infatigable «clubman», a quien se lo propuse... ¿Qué dice usted? exclamó fuera de sí. ¡Jugar al bridge! ¿Estará usted todavía enfermo de bridgemanía? ¡Pues está usted fresco de noticias, querido Alberto!
Entró el señor de Luzmela en el cuarto de Julio, con el alma abierta, un alma que rondaba en infatigable guardia de honor en torno a la niña triste de los ojos garzos. Ella estaba allí, tímida y culpada, ante la mirada elocuente de su amigo.
Para echada a hombros de una sola persona era enorme y la aplastaría; para llevada en vilo entre varias, no se sabía cómo subirla. Amparo discurrió irla enderezando y rodando hasta la puerta, y en efecto, el sistema dio buen resultado y la piedra llegó a su sitio. Al punto que la vio colocada, tornó con infatigable ardor a intentar descuajar un nuevo proyectil.
Palabra del Dia
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