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Actualizado: 10 de mayo de 2025
Así son el Teatro Español, la Comedia, Lara, Apolo y la Zarzuela. Todos, á mi ver, son teatros libres. No se puede pedir mayor libertad sin incurrir en desatino.
Así hay solomillo a la Chateaubriand, salmón a la Chambord, y otros condimentos a la Soubisse, a la Bismarck, a la Thiers, a la Emperatriz, a la Reina y a la Pío IX. Para mayor concisión se suprime el nombre de lo guisado y queda sólo el del personaje glorioso; por donde cualquiera se come un Pío IX o un Chateaubriand, sin incurrir en antropofagia.
Ni bastaron razones para consolarle, ni consejos para que no tomase alguna negra determinación que acabase con su vida, que él decía no era otra cosa que muerte horrenda; porque al ver ante sí perdiendo la vida con la sangre a aquella su adorada criatura, conoció más que nunca que ella era su vida y su alma, y que sin ella no podía tener ni contento ni vida, sino existencia angustiosa, infierno en la tierra, muerte en el alma; y así les dijo, que no pudiendo él quitarse la vida por su mano, que cosa era esta en que ningún hombre que en algo estima el que su valor se estime, incurrir puede, resuelto estaba a ir a ampararse del buen capitán Diego de Urbina, que en la galera Marquesa estaba en el Guadalquivir próximo a zarpar para Levante, y contarle su desdicha; que él le estimaba y le ampararía; y luego cuando con el turco se rompiese, ponerse en punto donde la muerte fuese inevitable y se pudiese caer con honra.
El servicio obligatorio le hacía incurrir con frecuencia en estos errores. Las manos rudas, al oprimir la suya con un apretón agradecido, le dejaban satisfecho por unos minutos. ¡Ay, no poder hacer más!... El gobierno, al movilizar los vehículos, le había tomado tres de sus automóviles monumentales. Desnoyers se entristeció porque no se llevaban su cuarto mastodonte. ¡Para lo que servía!
Se limitó a decir algunas palabras corteses a cada una de las dos hermanas, sin acercarse demasiado a ellas, y sobre todo, sin incurrir en la insolente ordinariez, en que ahora incurren con frecuencia los hombres, de alargar la mano a las señoras apenas las conocen, obligándolas a que los desairen o a venir de buenas a primeras a términos de amistosa confianza.
No que él, don Robustiano Somoza, hombre científico ante todo, creyese en la eficacia material de la religión: pero sin incurrir en un fanatismo que pugnaba con todas sus convicciones de hombre de ciencia, como tenía dicho, podía admitir y admitía, aleccionado por la experiencia, que lo psíquico influye en lo físico y viceversa, y que la conversión repentina de don Pompeyo podría haber determinado una variación en el curso natural de su enfermedad... todo lo cual era extraño a la ciencia médica como tal y sin más».
Lo que hoy se llama erudición en su sentido estricto, era desconocido de Calderón, y, por tanto, había de incurrir en errores de poca importancia, debiendo tenerse en cuenta, que la historia, especialmente de la antigüedad, y la geografía de los países lejanos, no se conocía en su tiempo con la exactitud que en el presente . Los conocimientos de Calderón de idiomas extranjeros, se limitaban al italiano y al latín.
Tampoco me sería lícito, ni conveniente, la reproducción de ciertas interjecciones indispensables para el colorido, ni podrían pasar muchas comparaciones, llenas, por otra parte, de gracia y de verdad. Suplan, pues, esta omisión con su propia memoria aquellos de mis lectores que conocieron el tipo, y los que no, perdónenmela en gracia del motivo que me obliga á incurrir en ella.
Quisiera decir algunas palabras acerca del Hipódromo, pero creo que aún no ha llegado la época de juzgar con verdadera imparcialidad esta nueva institución. Las grandes reformas necesitan algunos años para desenvolverse y dar el fruto que el legislador ha buscado. Juzgando hoy aquélla, temo incurrir en errores y apasionamientos, de los cuales me arrepentiría ya tarde.
Acaso el extremo de su amor y de su admiración le hizo incurrir en esta á modo de locura. Nada menos parecido á Cervantes que Juan Montalvo; uno, todo espontaneidad, sencillez y alta inspiración, á menudo casi inconsciente; otro, todo reflexión, artificio y doctrina.
Palabra del Dia
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