Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de mayo de 2025
Era aquello como un aspecto singular del mismo sentimiento que en los seres educados y civilizados se llama amor propio, por más que en ella revistiera los caracteres del desprecio de sí misma; pero la filiación de aquel sentimiento con el que tan grande parte tiene en las acciones del hombre culto, se reconocía en que estaba basado como éste en la dignidad más puntillosa.
Conocían cuantas obras dramáticas se habían puesto en escena desde 1830 hasta la fecha, y un sabueso no rastreaba mejor la liebre que ellos las semejanzas o filiación de las que se estrenaban en los teatros de la Corte.
En la una, su tío el Canónigo se despedía de ella para el otro mundo y le daba mil consejos de mucha substancia, amén de un legadillo para que ambos huérfanos prosiguieran la empresa de reclamar su filiación y herencia, si ya no estaban en posesión de ambas cosas. La otra carta anunciaba la muerte del santo varón.
Brera , célebre profesor de Pádua, habia entrevisto esta filiacion de los síntomas, cuando atribuyó la utilidad de este medicamento, en los casos de helmintiasis, á la accion dinámica, que combate, dice, la condicion orgánica propia al desarrollo de las lombrices. § III. Efectos terapéuticos.
Papel sellado, peticiones escritas, declaraciones, ratificaciones, filiacion y la intervencion de cinco ó seis empleados diferentes fueron indispensables para probar que yo era yo y tener licencia para salir de España con destino á Francia.
Pues ¿cómo vino usted de tan lejos? Lo mejor será que se lo cuente usted todo, don Claudio; porque, a lo que veo, ha perdido la filiación de usted que yo la he dado varias veces. Sí, y para que se vaya apartando la atención de cierta cuenta pendiente. ¡Habrase visto marrullero?... ¡Como si no me importara a mí más que a él dejarla bien saldada!
El pleito de filiación carece de base y se cae, como un castillo de naipes». Isidora sintió que se mareaba, que se le iba la vista, que el cuarto daba vueltas, que Muñoz y Nones se reproducía en infinitas imágenes o copias del mismo Muñoz y Nones. «Explíquese usted... balbució con voz dolorida, cerrando los ojos No puedo entender... Pues muy sencillo... ¿Pero se pone usted mala?
¡Probado!... ¡Si está más claro que la luz del mediodía! No se trata ya del pleito de filiación, ni Ese es el camino. Eso es cosa juzgada. Empéñese usted en seguirlo adelante, y consumirá su vida, su dinero y su salud inútilmente». Isidora sudaba.
Como al amanecer debemos ponernos en camino del Salto, ha llegado el momento de explicar su formación, buscando previamente su fe de bautismo, su filiación en la teogonía chibcha.
Su edad no pasaba de veintiséis años. Tenía la barba negra, los ojos ídem, el pelo ídem, el entendimiento ídem; mas su filiación era difícil en lo tocante a la primera de estas señas personales, pues muy a menudo variaba la ornamentación capilar de su cara; de modo que si este mes se le veía con barba corrida, el que entra llevaba patillas; al año siguiente aparecía con bigote solo; después con bigote y perilla, como si quisiera inscribir en su cara, con la navaja de afeitar, la caprichosa inconstancia de sus pensamientos.
Palabra del Dia
Otros Mirando