Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de mayo de 2025
En aquella encantada morada el suelo es de azafran, el empedrado de perlas y jacintos. Al presentarse en ella el fiel creyente, ofrécense á su servicio diligentes mancebos de sorprendente hermosura, y uno de ellos le conduce las hijas del Paraiso, criaturas etéreas á cuyo solo nombre se extasia el férvido muslim.
La belleza del cielo, del agua que corre y la verdura de las plantas nos extasía. En este renacer del año, nos sentimos como transportados hacia la juventud del mundo y al nacimiento de la humanidad.
Escuchándote, el alma se extasía, brilla luz de ideales en mi mente y calma de tus notas la harmonía la fiebre abrasadora de mi frente. Ahora que triste, enfermo y abrumado por desengaños, descansar quisiera en un rincón obscuro y olvidado. Oyendo el eco de tu voz de diosa, en el pecho sombrío la quimera deja caer sus pétalos de rosa.
El lector bosteza, pero ¿qué importa, si el crítico se extasía y se encara con la plebe ignorante que no sabe divertirse? Sin embargo, piensen estos señores lo que quieran, la exactitud no es la primera obligación del artista, sino la de hacer sentir la belleza. Homero no deja de ser el más grande poeta porque pensase que el río Océano rodeaba á la tierra.
Allí se encuentran bosques inmensos poblados de árboles gigantescos; parajes grandiosos á cuya vista se extasía el pensamiento del hombre civilizado, poco habituado á la contemplación de la naturaleza adornada con sus galas primitivas, mostrando en admirable desorden las más apreciadas maderas, revueltas con otras plantas de frutos riquísimos que, como el café, cacao, canela y algodón, se ofrecen al hombre emprendedor en remuneración espléndida de sus afanes.
Al ver al viejo sentado en su poltrona, con la espalda un tanto caida sobre el pecho; con la frente un tanto caida tambien, como si las canas la agobiasen: al ver sus ojos que de soslayo y furtivamente miran á la muchacha como el milano mira á la tórtola, reflejando de un modo tan característico la sábia malicia de la experiencia; al estudiar la cara de aquel hombre, cuya mirada fraudulenta parece pasearse sobre la jóven, no pudiendo adivinar nosotros si se entristece, ó si se extasía devorando un goce que ha muerto en su organizacion, pero que vive y que palpita en su memoria y en su ansiedad: al mirar aquel corazon que ya no late en aquella vejez; al mirar aquella vejez que late aún en aquel corazon: más todavía; al contemplar las piernas del viejo, cruzada la una sobre la otra, mientras que la derecha parece moverse como si quisiera decirnos: ¡quién habia de pensarlo! ¡Quién habia de pensar que aquellos tiempos pasaran tan pronto!
Un partidario de este temple es una alhaja impagable para toda especie de gobierno mientras haya imprenta; y más si añadimos que cree como en su salvación en los partes de los encuentros y escaramuzas que en los papeles públicos suelen venir consignados, y se extasía de placer cuando se encuentra con aquello de que: «de los enemigos murieron tantos centenares de hombres, y nosotros no hemos tenido más que un contuso y algún sargento desmayado», o cosa semejante.
Palabra del Dia
Otros Mirando