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Actualizado: 17 de junio de 2025
Por esta razón, estoy convencido de que Ivonet y Estenoz, con sus partidas, volverán á Ramón de las Yaguas, ó, por lo menos, intentarán hacerlo.
Estenoz, Ivonet, Surín, Lacoste, todos los llamados jefes del Partido Independiente de Color, que habían de convertirse poco después en cabecillas del movimiento armado, convencidos de que con promesas de futuras ventajas políticas no lograrían despertar el dormido entusiasmo de sus parciales, recurrieron al criminal expediente de excitarlos á la lucha, propalando las más calumniosas especies contra los blancos, y ofreciéndoles como horribles trofeos de victoria, el saqueo de nuestros hogares, la sangre de nuestros hombres y la honra de nuestras mujeres.
8 El soldado más herido, y vivo después de muerto, de D. Pedro de Estenoz y Lodosa. 9 El maestro de Alejandro, de D. Fernando de Zárate. 10 San Pedro de Arbués, de D. Fernando de la Torre. 11 Sólo el piadoso es mi hijo, de D. Juan de Matos, D. Sebastián de Villaviciosa y D. Francisco Avellaneda. 12 La Rosa de Alejandría, la más nueva, de D. Pedro Rosete.
De tan terrible contingencia nos hemos librado merced al patriotismo de nuestro pueblo y al valor de nuestros soldados; pero ante todo, debemos dar gracias á Dios, que hizo tan cobarde á Evaristo Estenoz.
Nada más lejos de la verdad: Estenoz, sobre todo, era demasiado sagaz para no darse cuenta de lo absurdo y descabellado de semejante propósito; y podemos asegurar sin temor á equivocarnos, que en todo pensaba él, menos en convertir á Cuba en una edición de bolsillo de la Nigricia.
Nosotros nos limitamos á consignar que los negros rebeldes de Ivonet y Estenoz no desplegaron ninguna de las legendarias dotes de energía y audacia que caracterizaron en otros tiempos á los montañeses orientales. Por lo que hace á las causas que hayan podido motivar esta carencia absoluta del legendario valor, ya hemos dicho que nos son desconocidas, y no tenemos el menor interés en averiguarlas.
¡Calculen ustedes lo hermosa que hubiera lucido la primera página de La Prensa, con títulos como estos: El tren Central atacado por Estenoz. Heróica defensa de los pasajeros. Nuestro querido compañero Fulanito de Tal, fué la estrella de la jornada, y á su buena puntería y control con hombres en bases se debió la victoria.... Ya no desembarcarán los americanos. Presentación de Ivonet.
La capital de Oriente ha sido siempre notable por su desmedida afición al base-ball... Dice un refrán castellano que Dios aprieta y no ahoga; pero estoy viendo la soga y el movimiento de mano Estenoz. San Luis, Junio 12, 1912.
No hay que hacerse ilusiones; mientras que Ivonet, Estenoz, y los principales cabecillas del movimiento no se convenzan de que los yankees no tienen el propósito de intervenir, se guardarán bien de rendir las armas, pues pensarán que el gobierno, al verse seriamente amenazado por una nueva intervención, acabará por concederles todo cuanto piden.
Este hombre, que fué uno de los más entusiastas propagandistas de las doctrinas del llamado "Partido Independiente de Color", recibió de manos de Estenoz, en pago de sus servicios á la causa negra, el diploma de Coronel de Estado Mayor, y provisto de este documento, marchaba con la partida del cabecilla Heredia, al ocurrir la sorpresa de Kentucky, que vamos á referir suscintamente, y sin más objeto que satisfacer á las numerosas personas que nos preguntan todos los días por qué el Teniente Ortiz no dió muerte á Surín.
Palabra del Dia
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