Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de junio de 2025
Tales parcialidades fueron unas chispas que bastaron á encender el ánimo de ellos, i á alentarlos de tal suerte á la libertad i á la venganza, que comenzaron á trazar el modo de abrasar i destruir á sus opresores.
Si Primitivo no hubiera contado tantos horrores.... Ahora, con la muerte del Rey, se va a encender una guerra tal, que España va a ser una Nación de huérfanos y viudas.
Hasta la determinación final del cura y de D. César de levantar para regenerarnos una partida carlista y de encender de nuevo la guerra civil, está bien ideada y trazada, y contribuye a la severa lección que el Sr. Nogales quiere darnos. Considerado, por último, el libro del Sr.
Mientras la dueña de casa se toma la cabeza entre las manos, éste ha abierto el piano, aquéllos han apartado la mesa del centro, uno, trepado en una silla, se ocupa de encender las velas de la araña superior, bien pronto suena un vals, la animación cunde, y cuando el dueño de casa vuelve de su partida de tresillo en lo de Silva o el Jockey, se le sale al encuentro agradeciéndole la amable fiesta que ha dado sin saberlo.
Aún cuando la comida principie con luz del día, como para cuando termine habrá oscurecido, es de buen tono correr las cortinas y encender las luces antes de principiar.
Por la noche solía abrir también algunas veces las contraventanas y encender, además de la lámpara, todas las bujías de los candelabros para imaginarse que se hallaba metida dentro de un gran farol. «Desde la ría, esta torre debe parecer un faro y mi habitación la lámpara que acaba de encenderse», se decía con gozo infantil.
Para incendiarla en alto patriotismo, Para animar la antorcha del civismo Para encender del pueblo la virtud; Para templar los tibios corazones, Para quemar los últimos girones Del manto de la torpe esclavitud.
21 El carbón para brasas, y la leña para el fuego; y el hombre rencilloso para encender contienda. 22 Las palabras del chismoso parecen blandas; mas ellas entran hasta lo secreto del vientre. 24 El que odia disimula con sus labios; mas en su interior maquina engaño. 26 Aunque su odio se encubre en el desierto; su malicia será descubierta en la congregación.
Abrieron; la escalera estaba a obscuras y al principio no quisieron encender una antorcha, temiendo servir de blanco a sus enemigos.
Los días menguaban, entristeciendo el ánimo de los que ya, por otros motivos, estaban tristes. A las seis y media la casa estaba a oscuras, y doña Lupe retardaba el encender luces todo lo posible. Fortunata, en el cuarto de su marido, y casi a tientas, llegó al sofá donde él estaba echado, y le preguntó si tenía ganas de comer, sin obtener respuesta.
Palabra del Dia
Otros Mirando