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Acabó de reír y dijo a don Quijote: -Vuesa merced, señor Caballero de los Leones, ha respondido por tan altamente que no le queda cosa por satisfacer deste que, aunque parece agravio, no lo es en ninguna manera; porque, así como no agravian las mujeres, no agravian los eclesiásticos, como vuesa merced mejor sabe.

B , que conserva en una de sus parles principales las construcciones de uno de esos antiguos conventos ó abadías que la revolucion francesa suprimió é hizo entrar, desamortizando los bienes eclesiásticos, en el movimiento general de los negocios ó de la propiedad territorial. Los dos dias que pasamos como huéspedes del Sr.

Lo importante es que usted, por obra del acaso, ya se lo he dicho antes, me ha sorprendido en mi intimidad de hombre. Todos, frailes, curas y magnates eclesiásticos, por debajo de la estameña, el merino y la púrpura, escondemos un hombre. Homo sum, digo con el pagano. Y yo volví a verle, en mi imaginación, con la aureola radiante y los pies enrojecidos.

Los tribunales eclesiásticos juzgaban hasta al mismo rey, pero la justicia seglar no podía tocarle un pelo de la ropa al último sacristán, aunque cometiese los mayores delitos en la vía pública. Sólo la Iglesia podía juzgar a los suyos.

No parece sino que se le dio el castigo con el nombre que se le puso. A este propósito le diré a usted que he registrado los archivos municipales, los eclesiásticos y hasta desvanes particulares con el fin de averiguar algo sobre la fundación de esta villa y el origen y fecha de su nombre, y que nada he conseguido.

Y se practica esto hasta el día de hoy con tanto rigor, mediante la piedad de nuestros Católicos Reyes, que á ningún europeo ó español de la tierra, si no es de paso, se le permite poner el pie en las Reducciones de los Guaraníes, excepto á los Gobernadores y Prelados eclesiásticos, á quien por su oficio les incumbe el visitarlos. Ahora, pues, este impedimento en los Chiriguanás, es gravísimo.

Sabrás pintar, pero no sabes poner las cosas en su sitio. A una ilustre ciudad española, donde los hombres trabajadores y valientes nacen de mujeres virtuosas y bellas, llegaron hace años dos viajeros, cuyos trajes negros ni eran enteramente seglares ni del todo eclesiásticos. Uno de ellos hablaba, aunque dulcemente, como superior; otro escuchaba con humildad y respondía con respeto.

Tratando de dar cumplimiento a una real orden sobre desamortización de bienes eclesiásticos, tropezó Avilés con serias resistencias, que el prudente virrey calmó dando largas al asunto y enviando consultas y memoriales a la corona. No fué ésta la primera vez en que el virrey apeló al expediente de dar tiempo al tiempo para libertarse de compromisos.

Di allá en la posada que me traigan aquí la mula. Cumplió don Eugenio el encargo diligentemente, y a poco ambos eclesiásticos, envueltos en cumplidos montecristos, atados los sombreros por debajo de la barba con un pañuelo para que no se los llevase el viento fuerte que corría, bajaban el repecho de la carretera al sosegado paso de sus monturas.

El taimado clérigo sabía muy bien que los tribunales eclesiásticos procuran encubrir los delitos de los sacerdotes para evitar el escándalo, cuyas consecuencias son peores. Se hace como que no se cree en ellos, para no verse en la precisión de imponer una pena que excite la atención demasiado. Determinaron, pues, acudir en queja al juez de primera instancia.