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El pueblo se gobierna á mismo, ya en todo el canton, reuniéndose anualmente al aire libre para elegir sus mandatarios de toda clase, aprobar cuentas, votar presupuestos, sancionar leyes y nombrar los representantes para la Dieta federal; ya en los distritos, ejecutando las mismas operaciones en escala reducida.

Nombrado su padre miembro de la Dieta del imperio, trasladó con él su residencia, todavía joven, á Francfort del Mein, cuyo gimnasio frecuentó.

La dieta no debe ser muy severa, porque importa no perjudicar á la accion del medicamento por las simpatías de un estómago cuyas fuerzas, estando libres, reaccionan dolorosamente sobre otros aparatos. Es conveniente que los jugos gástricos no permanezcan mucho tiempo sin sufrir algun trabajo de digestion por la ingestion de alimentos adaptados al estado del enfermo.

Adivinar, por el aspecto de vuestra nariz, que un auvernés ausente y perdido en la baraúnda de un París, se halla entregado a la crápula, es remontarse desde el efecto a la causa por caminos que la audacia del hombre no había intentado aún. En cuanto al tratamiento de vuestra enfermedad, se halla indicado por las circunstancias. La dieta aplicada a Romagné es el único remedio que puede curaros.

Parecióme con lo que dijo pasarme el corazón con saeta de montero, y comenzóme el estómago a escarbar de hambre, viéndose puesto en la dieta pasada. Fue fuera de casa; yo, por consolarme, abro el arca, y como vi el pan, comencélo de adorar, no osando recebillo. Contélos, si a dicha el lacerado se errara, y hallé su cuenta más verdadera que yo quisiera.

Cárlos el Temerario, duque de Borgoña, ha sido batido por los Confederados en las memorables batallas de Grandson y Morat. La dieta federal de Stans admite en la Confederacion, en 1481, á los cantones de Friburgo y Solera.

El doctor P... contestó una voz. ¡Ah! ¡Es curioso! ¿Y qué dice el doctor? Que el amor es una congestión cerebral de carácter benigno que se puede curar poniendo al enfermo a dieta, aplicándole sanguijuelas y usando de sangrías moderadas. ¿Así opina usted, doctor? Claro que ; por más que conceptúo preferible la posesión. Ese que es el remedio más eficaz.

A la tropa palo limpio, dieta perpetua a los maestros e impuestos al buen pueblo, sobre todo impuestos, muchos impuestos; la hacienda no se nivela de otra manera. Con esto, y un par de sablazos más a los ingleses, quedaba la situación dominada. ¡Era mucho hombre este doctor Eneene!

Sin más razones, recetaba también dietas absolutas a todos sus clientes como el mejor específico del mundo. Aguado, que tenía el estómago perdido sin necesidad de comer, era enemigo de la dieta tratándose de personas delicadas como doña Emma. Pues bien, de todo el mal de que aquella señora no se había quejado todavía, tenía la culpa la falta de alimento, la dieta del otro.

Y vinieron entonces para la cristiandad aquellos oscuros y miserables diez siglos de la edad media, en dieta rigurosa de pensamiento divino, en los que la inteligencia humana no dio un solo paso adelante, estancada en la parálisis mental de los musulmanes y por las mismas circunstancias: todo estaba pensado, todo estaba resuelto, todo estaba dicho, todo estaba escrito de antemano por los profetas y los apóstoles, bajo el dictado o la inspiración de Dios mismo, y sancionado con penas horrorosas.