Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 14 de junio de 2025
Nuestra intuicion sensible, á la cual, por instinto y por razon, le damos un objeto real, se refiere á este objeto, como esencialmente compuesto, y en este órden que llamamos continuidad: si pues convertimos á este objeto en simple, destruimos el objeto como sensible: y por consiguiente afirmamos y negamos su objetividad sensible.
Cuando no hubiese ninguna inteligencia finita, permaneceria la infinita. Admitiendo que sí, parece que introducimos el tiempo en la duracion de Dios, con lo cual destruimos su eternidad que excluye toda sucesion. Si decimos que á los ojos de la inteligencia infinita la cosa no es pasada, no lo será realmente, porque las cosas son tales como Dios las conoce.
Para nuestro entendimiento, no hay nada anterior á nosotros; todo lo que conocemos, en cuanto conocido por nosotros, supone nuestra conciencia; si la suprimimos, lo destruimos todo; y si ensayamos el destruirlo todo, ella permanece indestructible: no depende pues de nada, no presupone nada.
Si así no fuese, ó deberíamos decir que son absolutamente imposibles los seres no sensibles, lo que no se atreve á sostener el mismo Kant, ó bien que dudamos si el principio de contradiccion es aplicable á ellos, dado caso que existan. ¿Quién no ve lo absurdo de esta duda, y que con solo admitirla por un momento, destruimos toda inteligencia?
Nosotros haremos otra guerra, más justa, la única guerra justa y santa: la guerra por la redención de los hombres, contra todas las iniquidades y todas las vilezas, contra el hambre, contra la ignorancia, contra el abuso del poder, contra esa misma guerra que ustedes practican. Cuando encontramos un obstáculo, lo destruimos: una, diez, mil vidas ¿qué importan?
13 Porque destruimos este lugar, por cuanto el clamor de ellos se ha engrandecido delante del SE
4 Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos; sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Og en Basán. 6 Y las destruimos, como hicimos a Sehón rey de Hesbón, destruyendo toda ciudad, hombres, mujeres, y niños. 7 Y tomamos para nosotros todas las bestias, y los despojos de las ciudades.
Supimos los españoles expulsar al moro, desterrar al judío, vencer al turco; destruimos al protestante en Flandes; arrojamos de aquí a los franceses ateos de Napoleón; purificamos, con fuego, de herejes nuestra propia tierra, y ¿no seremos hoy capaces de sojuzgar a los que traen semilla del infierno en ese contubernio nefando que llaman matrimonio civil, en esa crápula moral que llaman libertad religiosa?
Con lo primero le destruimos; con lo segundo, le damos el carácter de un atributo de la divinidad. Negar el tiempo, es negar la luz del sol; elevarle al rango de atributo de la divinidad, es admitir mudanza en el ser inmutable. La pura subjetividad nos conduce á la negacion; la objetividad á la divinizacion: ¿no habrá un camino medio?
29 ¡Ay de ti, Moab! Pereciste, pueblo de Quemos; puso sus hijos en huida, y sus hijas en cautividad, por Sehón rey de los amorreos. 30 Y Hesbón destruyó su reino hasta Dibón, y destruimos hasta Nofa y Medeba. 31 Así habitó Israel en la tierra del amorreo. 33 Y volvieron, y subieron camino de Basán, y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei.
Palabra del Dia
Otros Mirando