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En tan brillante posición, quería conservar a Arturo a su lado, elevarle a las más altas dignidades de la Iglesia, y, en resumen, hacerle abrazar la única carrera que en aquel tiempo conducía rápidamente al poder y los honores. Arturo no se atrevía a resistir de una manera resuelta al terrible ascendiente de su tío, pero, en su fuero interno, decidió no ser jamás obispo.

Las puertas que defienden la mansión del milagro, ya celestial, ya infernal, están cerradas para . Llamo a ellas y nadie me responde. La reacción del orgullo venía luego a levantar su espíritu y a elevarle al extremo contrario: al mayor grado de soberbia: Ningún demonio viene y me ayuda decía porque son inferiores a , porque no pueden darme lo que me falta, porque yo valgo más que ellos.

Con lo primero le destruimos; con lo segundo, le damos el carácter de un atributo de la divinidad. Negar el tiempo, es negar la luz del sol; elevarle al rango de atributo de la divinidad, es admitir mudanza en el ser inmutable. La pura subjetividad nos conduce á la negacion; la objetividad á la divinizacion: ¿no habrá un camino medio?

Y en vez de pensar en educarle para elevarle a su altura, pensó en educarse a misma para subir a la altura en que le veía colocado. Bullían todos estos pensamientos en la mente de Rafaela de modo harto confuso. Lejos de ella el imaginarse enamorada del inglesito. El propósito de enamorarle más lejos aún. Sólo meditaba entonces virtud, abnegación y toda clase de sublimidades.

Siempre fuí yo partidario del arte puro; de que no haya en él otro fin ni propósito que la creación de la belleza; dar pasatiempo, solaz y alegría al espíritu y elevarle á esferas superiores por la contemplación de lo ideal y de lo que se acerca á lo perfecto, cuando logra revestirse de forma material ó bien expresarse por medio de signos, como son los tonos y la palabra hablada ó escrita.

Ciento seis poetas y poetastros españoles rivalizaron á porfía en ornar su tumba con odas, décimas, glosas, sonetos, epitafios y elegías, y suministraron á Montalván los materiales para elevarle el honroso monumento, que consagró á su difunto amigo y maestro, con el título de Fama póstuma á la vida y muerte del doctor Fr.