Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de junio de 2025
Currito el Guapo, su más aventajado oficial, hábil como nadie en remendar y zurzir cueros y sobre todo en poner botanas, se había despedido de casa de la maestra, y se había lanzado en la vida heroica del jaque, buscando aventuras y aterrando a toda la gente pacífica de la población.
Al punto se me antojó que Pepita me miraba compasiva, al ver la facha lastimosa que sobre la mula debía yo de tener. Mi primo Currito me miró con sonrisa burlona, y empezó enseguida a embromarme y atormentarme. Aplauda Vd. mi resignación y mi valerosa paciencia. A todo me sometí de buen talante, y pronto, hasta las bromas de Currito acabaron, al notar cuán invulnerable yo era.
Currito salió, pues, de su casa, como de estampía; y, según hemos visto, se puso a ejercer su misión avasalladora y morigeradora de mujeres, en defensa y custodia de su hermana la estanquera y del resplandeciente Sol de Tarifa, de quien estaba o aparentaba estar enamorado.
Aunque ya era tarde, acudieron muchos vecinos y bastantes mozos que andaban de ronda, y Currito y yo nos vimos forzados a poner término a nuestro descomunal combate, envainando yo la espada sin ensangrentar todavía, y doblando él su truculenta navaja, que era de virola y golpetillo, y produjo al cerrarse ruido muy temeroso.
Ya va siendo tarde, y siguiendo su consejo de Vd. debo recogerme para que la flor de mi mocedad no se marchite. ¿Qué es eso? ¿Se quiere Vd. largar? ¿Quiere Vd. tomar el olivo? Yo no quiero tomar olivo ninguno. Al contrario. Curro, dime tú: aquí, en este montón de dinero, ¿no hay más que en la banca? Currito miró, y contestó: Es indudable.
Recelaba la gente que los amores de Currito, por el Sol de Tarifa, eran fingidos o por lo menos fruto de anterior despecho amoroso y que estos amores ponían la mira, más o menos conscientemente, en dar picón a doña Ramona.
El amor se había vuelto odio, y el conde se desahogaba a menudo, poniendo a Pepita como chupa de dómine. En este ameno ejercicio se hallaba el conde, cuando quiso la mala ventura que D. Luis y Currito llegasen y se metiesen en el corro, que se abrió para recibirlos, de los que oían el extraño sermón de honras.
Palabra del Dia
Otros Mirando