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Actualizado: 5 de junio de 2025
Desde allá se escribía con don Rosendo, a quien obligó con más de un servicio en la lucha sin tregua que mantenía contra sus enemigos los del Camarote. Estos servicios fueron coronados, después de algún tiempo, por una gran cruz de Isabel la Católica. Al mismo tiempo que el diploma, le remitía el magnate una placa de brillantes, cuyo valor no bajaba de veinte mil reales.
Dice poder dar testimonio de los sentimientos piadosos, de devoción y de amor á la religión católica en que murió, así como de que le oyó lamentarse muchas veces de no tener salvoconducto del Rey Católico para entrar en España sin peligro y presentarse ante el Santo Oficio, objeto constante de sus votos.
Antes, al defender la fe católica, de que se hicieron y fueron maravillosos adalides, se pusieron en el camino del progreso, á la cabeza de la humanidad, levantando el lábaro y apareciendo casi, así por el amor de la religión como por el amor de la ciencia, semejantes á la columna de fuego que guió en el desierto á los israelitas durante la noche.
De allí se trasplantan los caballeros de Isabel la Católica y los jefes superiores de administración encargados de la gestión de nuestros intereses. Actualmente existen ¡loado sea Dios! dentro de la respetable Corporación que hemos tratado de describir a grandes rasgos, tres Venancios González en agraz, cinco Camachos y un Posada Herrera.
D. Horacio dijo que nones y que haría valer sus derechos luteranos ante el mismo Tribunal Supremo; amoscose la otra, y doña Malvina sacó el libro de la Constitución, a lo que replicó Guillermina que ella no entendía de constituciones ni de libros de caballerías. Por fin, acudió la católica al Gobernador, y el Gobernador mandó que saliese Mauricia del poder de Poncio Pilatos, o sea de D. Horacio.
El ministro de Fomento propuso que se me llevara cogido por los pies y a la rastra, pero el presidente de la Juventud Católica hizo observar que se me iba estropear la ropa, y fue desechada la proposición.
Si lord Gray fuera católico, no creo que mi tía se opusiera a que se casase Inés con él. ¡Ay!, luego nos marcharíamos los tres a Inglaterra, lejos, lejos de aquí, a un país donde yo no viera pariente de ninguna clase. ¡Qué felicidad tan grande! ¡Ay! Quisiera ser Papa para permitir que una mujer católica se casara con un hombre hereje. Creo que usted verá satisfechos sus deseos.
Siéntase, en efecto, bajo el regio solio, yaciendo á sus pies el cadáver de Ana Bolena. Como católica celosa, no aprueba la libertad de cultos ni la secularización de los bienes eclesiásticos. Enrique le aconseja que disimule hasta ocasión más oportuna.
Las iglesias principales de la capital de Baviera son la de San Miguel, la catedral, con sus altas torres, la elegante iglesia de San Luis, y el lindísimo templo de San Pedro. La poblacion de Munich, segun el último censo, se compone de 110,000 habitantes. Tienen, como en todas partes, establecida la libertad de cultos, pero la mayoría es católica en Munich.
El libro debía ser un himno a la caridad; que los ricos diesen a los pobres, que los pobres respetasen a los ricos, y unos y otros se confiaran a la dirección de la Iglesia católica, maestra de siglos en estas cuestiones, y a Su Santidad el Papa, el primer socialista del verdadero socialismo. Creo que con esto continuó ya tiene usted bastante para hacer el libro.
Palabra del Dia
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