Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de mayo de 2025
Pero el tesoro de Brusélas es su admirable Palacio Municipal, obra soberana en su género.
Si en la política, en las bellas artes y en los intereses económicos Brusélas tiene vida propia y muy notable, en literatura no es, en rigor, sino un apéndice de Paris. No quiero fastidiar al lector con minuciosas descripciones de monumentos, museos y otros objetos análogos, respecto de Brusélas, despues de lo que llevo dicho acerca de Ambéres.
Si los museos actuales atestiguan el alto grado de adelanto á que llegó la escuela flamenca en el arte de los Van Eyck y Memling, no son ménos preciosos los monumentos que en Gante y Brujas, como en Ambéres y Brusélas, indican los progresos que hicieron la arquitectura y la escultura; así como en los museos de antigüedades se ven las pruebas del perfeccionamento que alcanzaron otras artes, tales como el dorado, la cinceladura, la joyería, el bordado, etc.
Los de toda España y los de aquellas ciudades, como Nápoles y Milán, Bruselas y Méjico, en que se hablaba la lengua castellana, resonaban con su fama, y casi no contaban con otro repertorio que con el de sus obras: todos se sorprendían al observar, que, después de haber arrebatado al público con sus innumerables comedias, jamás se agotase su inventiva, y que escribiese otra y otra; los espectadores esperaban siempre de él algo nuevo y mejor, y nunca defraudaba sus esperanzas.
No hay obra interesante que se publique en Europa, en cualquiera de los mas notables idiomas, que no sea traducida ó reproducida en Brusélas á muy bajo precio. Por eso el número de libros que salen anualmente de las prensas de Brusélas es inmenso.
Hallábase D. Alonso en Flandes acompañando al príncipe D. Cárlos con grande estimacion, y en su corte se mantuvo hasta la muerte del rey D. Fernando, siendo él quien dijo la Misa en Bruselas en las exequias que se le hicieron, y quien bendijo el estoque real cuando D. Cárlos fué aclamado por rey con su madre D.ª Juana en la misma ciudad.
El libro ó folleto que no tiene cabida en las prensas de Paris, San-Petersburgo, Viena ó Madrid, encuentra segura proteccion en Brusélas para salir á luz y penetrar en todas partes.
Quien debía dar la nota dulce y armónica en este desconcierto de malas pasiones, es la mujer; y bien sabes tú qué agallas tiene la nuestra. Por eso ya no hay familia sino entre las gentes obscuras y de poco más o menos. A propósito de hembras denodadas y valerosas: estando yo en Bruselas, en comisión del servicio, llegó allí Sagrario Miralta.
No sucedió lo mismo con la col de Bruselas, pues ha gustado tanto que no se cansan de alabar su finura y agradable sabor; pero como no se aprovechan de ella mas que los repollitos que nacen en el tronco, dicen que para comer algo es necesario segar un cuadro entero. En esto me parece que no dejan de tener razón. Es una legumbre muy rica, pero cara. No tengo más que decirte por hoy.
Sinembargo, creo que el papel que ha desempeñado Brusélas en el movimiento tipográfico de Europa tiene sus inconvenientes para el pueblo belga, bajo el punto de vista literario. El hábito de producir ó reproducir las ideas de todos los demas pueblos, ha creado cierto cosmopolitismo de estilo y tendencias que no puede ménos que impedir la formacion de una literatura verdaderamente nacional.
Palabra del Dia
Otros Mirando